Ortega Lara, secuestrado por ETA 532 días, se confiesa con Pedro J. Ocultó mensajes en su nariz para dejar pistas, se habría suicidado «si no fuera creyente», y discutía con Dios: haz que me maten. Lamenta hoy que su dolor haya sido «estéril».
Ortega Lara, secuestrado por ETA 532 días, se confiesa con Pedro J. Ocultó mensajes en su nariz para dejar pistas, se habría suicidado «si no fuera creyente», y discutía con Dios: haz que me maten. Lamenta hoy que su dolor haya sido «estéril».
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective