La población mundial de vertebrados se ha reducido cerca de un 60% en sólo 44 años
«La población mundial de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles ha disminuido un 58% entre 1970 y 2012, debido a las actividades humanas», es el alarmante enunciado del último Informe Planeta Vivo hecho púbico por World Wildlife Fund (WWF)
«La población mundial de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles ha disminuido un 58% entre 1970 y 2012, debido a las actividades humanas», es el alarmante enunciado del último Informe Planeta Vivo hecho púbico por World Wildlife Fund (WWF), un trabajo científico imprescindible para conocer el estado de la biodiversidad en el planeta y de los recursos naturales necesarios para el ser humano.
Los grupos de la fauna más afectados han sido los de agua dulce, que se han reducido un 83% desde 1970 y que tienen «la tasa de extinción más alta» en el siglo XX, entre los vertebrados. Y las regiones con el mayor impacto se encuentran en los trópicos, donde Centroamérica y Sudamérica han sufrido una disminución del 89% de poblaciones de vertebrados en el citado periodo.
Este informe insiste en una conclusión:»la biodiversidad mundial disminuye a un ritmo alarmante«.
Entre las amenazas que establece WWF, se incluye la pérdida o degradación del hábitat, relativa «a la modificación del ambiente en que vive la especie, debido a su completa eliminación, su fragmentación o la disminución de la calidad o de las características esenciales del hábitat». Las causas habituales de este deterioro son «la agricultura insostenible, la tala, el transporte, el desarrollo residencial o comercial, la producción de energía y la minería. Las amenazas más comunes hacia los hábitats de agua dulce son la fragmentación de los ríos y los arroyos, y la extracción de agua».
Otra amenaza es la sobreexplotación de las especies, con acciones como «la caza insostenible, la caza furtiva y las capturas legales», además de «la captura accidental efectuada por las pesquerías». Como también es una amenaza creciente para la biodiversidad la contaminación cuando «convierte el ambiente en un medio insostenible» para la supervivencia de las especies o altera la disponibilidad de alimentos y la reproducción.
Las especies invasoras pueden suponer también una amenaza si se «convierten en depredadores para las especies nativas o propagan enfermedades que antes no existían en el lugar.» «Los seres humanos también llevan nuevas enfermedades de un lugar del planeta a otro», subraya el informe.
El cambio climático, en la medida en que suponga un cambio de temperatura, supone una amenaza porque «algunas especies deberán adaptarse modificando sus rangos para detectar los climas aptos». «Los efectos del cambio climático en las especies suelen ser indirectos. Los cambios en la temperatura pueden provocar confusión sobre los signos que desencadenan los eventos estacionales, como la migración y la reproducción, y generarlos cuando no corresponde. En un determinado hábitat, pueden, por ejemplo, desalinear la reproducción y el periodo en que abundan los alimentos», indica WWF.
El futuro inmediato
El informe dedica un capítulo dedicado al futuro con medidas clave para revertir el actual proceso de erosión de la biodiversidad. Hasta finales de 2020, indica, «se presenta una ventana de oportunidad sin igual para dar forma a una visión positiva para la naturaleza y las personas». El Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) está en el proceso de establecer nuevas metas y objetivos para el futuro que, junto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, «se convertirán en el marco de trabajo internacional clave para proteger la naturaleza y mejorar la biodiversidad».
Los 196 países que firmaron el Convenio están trabajando actualmente en un plan estratégico post-2020 con nuevas metas y nuevos objetivos. «Necesitamos apuntar más alto y ser más eficientes para proteger y restaurar nuestros sistemas de apoyo a la vida para revertir la curva de pérdida de biodiversidad», lo que «implica salirnos de las estrategias habituales», precisa WWF.
El informe concluye recordando que la supervivencia de la humanidad depende de los sistemas naturales, a pesar de lo cual, «seguimos destruyendo la salud de la naturaleza a un ritmo alarmante«. «Queda claro que los esfuerzos para detener la pérdida de biodiversidad no han funcionado y que las estrategias habituales solo lograrán, en el mejor de los casos, un declive controlado». Por eso, WWF junto a responsables y expertos en conservación de todo el mundo «estamos haciendo un llamamiento para lograr el acuerdo internacional más ambicioso», un «nuevo pacto global para la naturaleza y las personas«. En ese proceso deben participar no sólo los gobiernos y las empresas, sino también los individuos para «tomar las decisiones políticas, económicas y de consumo correctas para hacer realidad la visión en la que puedan prosperar la humanidad y la naturaleza». «Esta visión es posible si todos ejercemos un liderazgo decidido», destaca WWF.
Desde 1998, el Informe Planeta Vivo, una evaluación basada en la ciencia de la salud del planeta, ha ido rastreando el estado de la biodiversidad mundial. En esta edición 2018, el informe «ofrece una plataforma para los mejores conocimientos científicos, la investigación de vanguardia y diversas voces sobre el impacto antropogénico sobre la salud de nuestra Tierra». En su elaboración han participado más de 50 expertos internacionales de desarrollo y conservación.
🌱 ¡¡Hoy lanzamos el #InformePlanetaVivo!! 🌱 La historia de un planeta en peligro pero con esperanza en el horizonte.
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