Me gusta la fruta
La fruta ha sido siempre recomendable desde el punto de vista dietético, pero «me gusta la fruta» se ha convertido además en un grito de rebeldía, de reafirmación de la libertad frente a la prepotencia sanchista.
Se lo dijo Isabel Díaz Ayuso al presidente del Gobierno después de que este calificara de «probable caso de corrupción» una compra de mascarillas que la Fiscalía de Corrupción había cerrado sin apreciar ilegalidad alguna:
—Me gusta la fruta.
A muchos madrileños también les gusta la fruta y, sobre todo, les gusta Ayuso.
Nombrada por Pablo Casado para inmolarse en el altar de unas elecciones regionales que tenía ganadas el candidato socialista Ángel Gabilondo, logró sin embargo formar mayoría con Ciudadanos y Vox y, desde entonces, su figura no ha hecho más que agigantarse.
¿A qué se debe su éxito y, en paralelo, el de Madrid? ¿Tienen que ver el uno y el otro o son mera coincidencia?
El profesor del IESE Javier Díaz-Giménez y el corresponsal económico de EL LIBERAL / THE OBJECTIVE, Miguel Ors Villarejo, debaten sobre todo ello en esta nueva entrega de El gris importa.