El purgatorio de Ágatha Ruiz de la Prada
Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) tiene el útero en forma de corazón. No, de momento no he cursado estudios de ginecología. Lo sé porque ella misma lo cuenta al inicio de sus memorias tituladas, qué otro nombre podía ser, Mi historia (La Esfera de los libros). En realidad, Ágatha podría tener todo en forma de corazón porque destila un carisma especial solo con su presencia. Una alegría despreocupada. Una felicidad orgullosa, pero no pija. Es una presencia atenta al detalle de la sala, del perro que ladra en un patio cercano a la redacción del periódico, pero a la vez con una actitud despreocupada, jacarandosa y, en cierto punto, hasta inocente. Una inocencia propia de quien no ha perdido el corazón.