El purgatorio de Fernando Díaz Villanueva
Si los periodistas somos océanos de sabiduría de un centímetro de profundidad, o sea, que hablamos de mucho y sabemos de poco, Fernando Díaz Villanueva (Madrid, 1973) se ha comprado un traje de buzo, o sea, que habla de mucho porque sabe de mucho. Díaz Villanueva no dice «eh» ni titubea. Contesta ideas con la disciplina de un mecánico apretando tornillos. Una tras otra, otra tras una. Parece que de todo sabe, de nada duda. No es un saber avasallador, ni un conocimiento para mayor vanagloria, es una inteligencia propia de quien lleva años combinando el periodismo, la historia y la divulgación en lugares como La ContraCrónica o La ContraHistoria, ‘podcasts’ ambos con multitud de seguidores.