Más Balzac y menos prozac - Geórgicas, por Jorge Freire
Balzac es mano de santo. Te zambulles en sus procelosas aguas y las preocupaciones parecen desaparecer de golpe. Sus tramas te atrapan y sus personajes te enamoran. Ahora que ha llegado a los cines la adaptación cinematográfica de Las ilusiones perdidas, bueno es acercarse a este clásico irrepetible. Su protagonista, Lucien de Rubempré, es el santo patrón de todos los escritores de provincias que llegan a la gran ciudad solo para llevarse un enorme chasco.