El Gobierno andaluz de PP y Cs ha aprobado este martes un «acuerdo de garantía de estabilidad» con el que se compromete, entre otras cuestiones, a agotar la legislatura y a no favorecer ni aceptar «ningún trasvase» de diputados de los dos grupos parlamentarios.
En contexto: el acuerdo lo han presentado en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el vicepresidente, Juan Marín (Cs), y el consejero de la Presidencia y portavoz, Elías Bendodo (PP), escenificando así la estabilidad entre las dos formaciones en el Ejecutivo ante la situación política en el país.
A esos dos puntos, el de agotar la legislatura y no aceptar trasvases de diputados, le siguen el «blindaje de la sanidad, la educación y las políticas sociales» y el «cumplimiento de la hoja de ruta de reactivación económica», mientras que el quinto y último punto que contiene el acuerdo alude a una «profundización en la regeneración democrática y la política de reformas, tras décadas de mala gestión y corrupción de los gobiernos socialistas en Andalucía».
Continúa la fuga en Ciudadanos
Este mismo martes, el portavoz adjunto de Cs en la Asamblea de Madrid, Sergio Brabezo, ha anunciado que deja el partido ante la «deriva insensata» de la formación naranja y también la diputada Marta Marbán ha anunciado que abandona porque no se «identifica con lo que está pasando dentro de Ciudadanos».
Ambos han acusado al exvicepresidente Ignacio Aguado de «presionar» al grupo parlamentario para firmar una moción de censura contra Isabel Díaz Ayuso que lo proponía como sustituto.
Tras diez años afiliado en Cs y después de la marcha de Albert Rivera, Brabezo ha explicado que siente que «las nuevas estrategias fueron fracasando poco a poco, hasta que Ciudadanos se convirtió en los costaleros del sanchismo, y por ende de ERC y Bildu». A su juicio, la líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha cerrado «en falso» la crisis del partido «y sin ninguna autocrítica», por lo que se ve «empujado» a darse de baja en el partido.