La prensa venezolana lucha por sobrevivir a las medidas de Maduro
Rodeados de sillas vacías, un puñado de periodistas trata a duras penas de mantener viva la redacción del emblemático diario venezolano El Nacional. Ahogados por la crisis y las reformas económicas, decenas de medios del país han despedido personal, reducido su oferta o finalmente echado el cierre. Fundado hace 75 años, El Nacional llegó a tener cinco cuerpos (72 páginas en total) y varias revistas. Hoy apenas cuenta con 16 páginas y ha limitado su circulación a cinco días a la semana por falta de papel.
Rodeados de sillas vacías, un puñado de periodistas trata a duras penas de mantener viva la redacción del emblemático diario venezolano El Nacional. Ahogados por la crisis y las reformas económicas, decenas de medios del país han despedido personal, reducido su oferta o finalmente echado el cierre, lo que pone en peligro la prensa de Venezuela. Fundado hace 75 años, El Nacional llegó a tener cinco cuerpos (72 páginas en total) y varias revistas. Hoy apenas cuenta con 16 páginas y ha limitado su circulación a cinco días a la semana por falta de papel, informa el diario venezolano El Estímulo.
“Hasta agosto de este año habían cerrado más de 20 periódicos”, 11 tras un paquete de medidas económicas lanzado por el Gobierno ese mes, ha dicho Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, que promueve la libertad de expresión. Varias emisoras de radio, ha apuntado Correa, han reducido personal y sus programas informativos, recurriendo a los musicales. “Ha bajado la oferta del debate público”, ha añadido.
En medio de una voraz hiperinflación, el presidente, Nicolás Maduro, ha incluido en su plan económico un aumento de 3.400% del ingreso mínimo desde el 1 de septiembre, lo que acorraló a empresas y medios de comunicación sin capacidad para asumirlo. Aunque el Gobierno se ha ofrecido a costear la diferencia del aumento durante tres meses, varios medios han descartado el subsidio para evitar presiones sobre sus líneas editoriales. Otros, como El Universal y Últimas Noticias, lo han aceptado, pese a las protestas o quejas de distintos periodistas. Correa ha advertido de que, después de los tres meses de subsidio, tendrán dificultades para subsistir.
“Muy comunistamente”
El Nacional ha pagado con dificultades el aumento del salario a sus cada vez menos trabajadores, que renuncian asfixiados por la crisis, ha dicho Argenis Martínez, su vicepresidente editorial.
El periódico ha rechazado el subsidio del Gobierno para mantener su línea opositora, pero sus empleados ganan el salario mínimo, 1.800 bolívares (unos 10 dólares en el mercado negro), que cubre apenas el 8% de la cesta de la compra medida por el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros.
Los obreros de su rotativa cerraron a la fuerza el diario durante una semana en septiembre, exigiendo que se fijaran sueldos en función de los años de experiencia, ha dicho el sindicalista Johny Paulo.
El aumento decretado por el Gobierno ha destruido las escalas salariales y hay empresas en las que todos los empleados, desde el personal de limpieza hasta los jefes, se han quedado con el sueldo mínimo, ha comentado Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica. “Aquí todos, ejecutivos y todo el mundo, ganan el salario mínimo. Muy comunistamente”, ha ironizado Martínez, asegurando que ni los empleados públicos tienen pagos diferenciados.
Varios trabajadores de instituciones pública han protestado exigiendo aumentos, pues el incremento decretado no establece diferencias por escalafones.
Desigualdad informativa en la prensa venezolana
La prensa no solo lidia con una recesión económica que lleva cinco años y una hiperinflación que, según el FMI, cerrará en 1.350.000% en 2018. También debe enfrentarse a un Gobierno hostil con la prensa crítica. Correa denuncia que el Gobierno socialista acorrala a la prensa al negarle permisos para operar o el papel de periódico -monopolizado por el Estado-, prohibiendo mencionar temas como la corrupción, bloqueando unos 2.500 portales o incluso comprándolos a través de terceros para cambiar su línea editorial.
“En 2017 cerraron 52 estaciones de radio y sacaron del aire ocho canales y servicios de televisión internacional como CNN en Español. Desde 2013, han cerrado más del 50 por ciento de los periódicos”, ha precisado. Corresponsales extranjeros han sido expulsados del país por no haber tramitado los permisos ante las autoridades y a periodistas críticos se les han suspendido sus pasaportes.
Además, ha añadido Correa, el Gobierno presiona a los anunciantes privados para que no paguen publicidad en medios críticos, que tampoco reciben anuncios oficiales.
El Nacional, al igual que el diario Tal Cual y el portal La Patilla, se enfrentan a demandas del número dos del chavismo, Diosdado Cabello, que los acusa de “difamación” por replicar informaciones de prensa española que lo vinculaban con el narcotráfico. “Si quieren tomar el periódico, lo toman pasando por encima de la ley. La demanda no tiene base jurídica. Tengo cuatro años con prohibición de salir del país, separado de mi esposa. No ha habido audiencia”, ha declarado Martínez. Demandas similares de Cabello contra ABC, en España, y The Wall Street Journal, en Estados Unidos, han sido desestimadas en esos países.
Con reservas de papel hasta diciembre, según sus trabajadores, El Nacional ha tenido que dejar de salir los sábados y lunes para estirar su existencia. No descarta reducir más sus ediciones. Hace 10 años, los quioscos de Caracas estaban repletos de publicaciones nacionales e internacionales. Hoy apenas se consiguen pocas revistas y periódicos, cada vez más delgados. Ante esta situación, Correa destaca que los venezolanos han acudido a las redes sociales o a la mensajería digital para buscar información.