Ferraz aspira a recuperar medio millón de votos en las autonómicas de 2022 en Andalucía
Los cuatro magníficos del PSOE que engrasan la maquinaria electoral andaluza son Cerdán, Izquierdo, Férriz y Espinal.
La tensión electoral ha vuelto al PSOE, donde la maquinaria electoral se ha echado a andar para desplegar la precampaña andaluza a la vuelta de las Navidades. En la mirilla de Ferraz y San Vicente está el adelanto electoral en Andalucía a principios del mes de junio y que, incluso en las previsiones socialistas más realistas, arroja una reedición del Gobierno del popular, Juan Manuel Moreno Bonilla, mejorando resultados. Sin embargo, también los socialistas aspiran a aumentar su representación en el Parlamento andaluz habida cuenta de que su margen es enorme.
Según fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, el PSOE aspira a recuperar medio millón de votos en las próximas elecciones andaluzas. El análisis que hacen en Ferraz es que ésa es la diferencia que se registró entre el último resultado del voto cosechado por Susana Díaz hace tres años y los resultados electorales de Pedro Sánchez en las elecciones generales de noviembre, en las cuales Sánchez obtuvo el 33,76% del voto hasta el 1.425.126 votantes.
El batacazo que sufrió Susana Díaz el 2 de diciembre de 2018 desplomó al partido hegemónico en la comunidad hasta la cifra de 1.009.243 votos, dejándose 14 escaños, de los 47 que cosechó en marzo de 2015 a los 33 actuales. Un 27,95% de voto que lastró a la entonces baronesa del PSOE a su mínimo histórico por «su batalla encarnizada contra Pedro Sánchez y el desgarro que ocasionó en el partido», según estas fuentes. Algo que motivó la abstención del electorado de izquierdas e incluso el motín de hasta 80.000 votos nulos que se detectaron tras registrar papeletas con el nombre de Díaz tachado.
Sostienen estas fuentes a uno y otro lado de Despeñaperros que hay un amplio margen para ese crecimiento potencial dado que «hay un militante del PSOE por cada 200 habitantes» en un territorio de 8.500.000, de los cuales en junio habrá «200.000 nuevos votantes jóvenes que votarán por vez primera».
A la caza del voto joven
Así se explica -y aplaude- la estrategia de Pedro Sánchez de lanzarse a por el voto joven a través de la aprobación del bono cultural y el bono joven. «Quizás no a otros, pero a nosotros nos beneficia enormemente porque podemos rascar mucho en el electorado joven», explican estas fuentes poniendo en evidencia la ofensiva del presidente del Gobierno de cara a recuperar Andalucía, el principal y tradicional granero de votos del PSOE, no con la expectativa de un cambio en el Palacio de San Telmo sino simplemente de construir los puentes que permitan movilizar a la izquierda, sacar de la abstención al votante progresista y de la depresión que le dejó en casa hace tres años.
«La gente necesita volver a ganar y olvidarse de las cuitas internas, se está recuperando el movimiento en las agrupaciones y casas del pueblo», explican desde Andalucía, «todos vamos a remar para ganar». Una movilización crucial de cara a engrasar el partido para la convocatoria que realmente preocupa a Pedro Sánchez: las municipales de mayo de 2023 y las posteriores generales de noviembre/diciembre del mismo año, con la posibilidad de posponerlas a enero de 2024 en base a los informes jurídicos que tiene en su haber el Palacio de la Moncloa. El PSOE es consciente también de que el 10-N de 2019 logró un 28,3% del voto, cuatro puntos menos que el 33,7% que obtuvo en su antaño feudo andaluz en esos comicios, lo cual anticipa la necesidad de echar el resto y priorizar a Andalucía.
El equipo electoral
Medio millón de votos que ahora están en el eje de la estrategia socialista que por primera vez tras el desgarro de la lucha interna Susana/Pedro se hace sobre la base de «una relación sinérgica y totalmente alineada», según explican fuentes socialistas a este periódico. A la habitual colisión que antaño protagonizaba Ferraz con el PSOE andaluz con viajes frecuentes desde la dirección federal para intentar disuadir al ex secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, cuando no directamente a Susana Díaz, le sucede ahora una fluida comunicación y planificación estratégica dividida en tres ejes de poder: Moncloa, Ferraz y la sede del PSOE andaluz de la sevillana calle de San Vicente.
En la dirección federal está el secretario de Organización, Santos Cerdán, con dominio de los territorios y quien coordinó y ganó las primarias en las que Juan Espadas se alzó con la victoria del PSOE andaluz para «matar o rematar a Susana». A su lado en Ferraz, Javier Izquierdo, secretario ejecutivo de Acción electoral, quien trabajó mano a mano con el subdirector general de Análisis y Estudios de Moncloa, Antonio Hernandez Espinal, quien «se encarga de los números y perspectivas de voto». No en vano, Espadas incluyó a Espinal recientemente en su nueva ejecutiva regional para ‘empoderarle’ en el territorio. La estrategia se diseña mano a mano con los ‘pesos pesados’ del territorio: de un lado, Juan Espadas, el candidato moderado que podría fundirse, confundirse o diluirse con Juanma Moreno Bonilla, «dos varones de mediana edad, cofrades y taurinos», y cuya virtud podría ser su handicap electoral.
Y después, la todopoderosa Ángeles Férriz, la actual portavoz del grupo parlamentario socialista, a quien la califican los suyos como «la Kamala Harris andaluza». Su perfil es antagónico respecto a Espadas: ideológica y carismática, «un cañón» que suena como candidata natural a su mentor, señalada hasta por los grupos del parlamento andaluz como «el futuro» del PSOE. A su lado, su inseparable María Marquez, también a los mandos de la estrategia y con pie en Ferraz como secretaria ejecutiva de Formación, es otra de los valores en alza del socialismo andaluz. Su entrada en la Ejecutiva de Pedro Sánchez surgida del 40º Congreso Federal no fue casual sino fruto de una estrategia deliberada de reforzar la federación andaluza, la de mayor representación territorial de la nueva dirección con su secretario general como miembros nato tras ser nombrado presidente del Consejo de Política Federal y otros ocho miembros, entre ellos su portavoz Felipe Sicilia o el ex delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.