Putin decreta iniciar el diálogo con EEUU para prorrogar el último tratado de desarme nuclear
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha ordenado al Ministerio de Exteriores iniciar las conversaciones con Estados Unidos para prorrogar el último tratado de desarme nuclear vigente entre ambos países, el Nuevo Start, tras su conversación de la víspera con el presidente de dicho país, Joe Biden.
En contexto: el martes, Putin y Biden mantuvieron su primera conversación telefónica desde que el segundo asumió la presidencia de Estados Unidos. En esta conversación, que estuvo centrada en la prórroga del tratado de desarme nuclear, el presidente ruso apoyó una «normalización» de las relaciones ruso-estadounidenses.
Los presidentes de Rusia y Estados Unidos acordaron el martes prolongar el último tratado de desarme nuclear vigente entre ambas potencias nucleares, el Nuevo START, que expiraba el 5 de febrero, según informó el Kremlin. En concreto, en un comunicado, el Kremlin indicó que ambas partes alcanzaron un «acuerdo» y que «en los próximos días» se completarán todos los procedimientos necesarios para garantizar la extensión del Nuevo START.
Sin embargo, la Casa Blanca aún no lo ha confirmado y dice que ambas partes siguen negociando para unificar posturas antes de que expire, el 5 de febrero.
Putin ha designado al viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, como representante oficial de la presidencia rusa durante el proceso de ratificación de la prórroga del acuerdo en la Asamblea Federal de Rusia.
Putin había llamado insistentemente en los últimos meses al diálogo a Estados Unidos para prorrogar el tratado «aunque sea durante un año». Asegura que Moscú está abierto a incluir en las negociaciones el nuevo armamento hipersónico desarrollado por Rusia que, insiste, no tiene «parangón» en el mundo y es capaz de superar el escudo antimisiles estadounidense.
El Nuevo START, suscrito el 8 de abril de 2010 en Praga por los entonces presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.
La anterior Administración estadounidense insistió en la participación de China en las negociaciones, algo que rechaza Pekín y que en ningún momento apoyó Moscú. Rusia a su vez ha dicho que en todo caso habría que incluir en las negociaciones también a Francia y Reino Unido, las otras dos potencias nucleares declaradas y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.