Reino Unido suspende el fracking para extraer gas de esquisto por miedo a los seísmos
El proceso de fracturación hidráulica consiste en crear fisuras subterráneas e infiltrar en ellas una mezcla de agua, arena y productos químicos
El Gobierno británico ha anunciado este sábado una moratoria sobre la fracturación hidráulica (o fracking), una técnica para extraer gas de esquisto del subsuelo, debido al riesgo de temblores sísmicos.
La ministra para la Empresa y la Energía, Andrea Leadsom, ha dicho haber tomado la decisión a raíz de un informe del regulador del sector, la Autoridad de Petróleo y Gas (OGA), que investigaba la actividad sísmica reciente cerca de un lugar donde se practica la fracturación hidráulica, en Preston New Road, Lancashire (noroeste de Inglaterra).
«Tras examinar el informe de la OGA (…), está claro que no podemos excluir más consecuencias inaceptables para la población local», ha declarado Leadsom en un comunicado.
«Por esta razón, he concluido que deberíamos instaurar una moratoria sobre la fracturación hidráulica en Inglaterra con efecto inmediato», ha agregado.
El Gobierno ha dicho que no dará luz verde a nuevos proyectos de fracking «a no ser que se proporcionen nuevas pruebas convincentes».
El proceso de fracturación hidráulica consiste en crear fisuras subterráneas e infiltrar en ellas una mezcla de agua, arena y productos químicos para permitir la extracción de gas o petróleo del interior de la roca.
Una técnica polémica por su impacto ambiental que ha provocado protestas de las poblaciones afectadas y de los ecologistas, que recibieron aliviados el anuncio.
En cambio, los partidos de la oposición lo consideran insuficiente y piden una prohibición definitiva.
En pleno comienzo de la campaña para las legislativas del 12 de diciembre, Rebecca Long Bailey, encargada de Energía del partido Laborista (oposición), prometió que si llega al poder, su formación «prohibirá la fracturación hidráulica, mientras que los conservadores solo la suspenden de forma temporal. No pueden fiarse del primer ministro», declaró en un comunicado.
Por su parte, Andrea Leadsom ha replicado en declaraciones a la BBC que si el gobierno no veta definitivamente la técnica es porque ésta «sigue siendo una enorme oportunidad para el Reino Unido»