Relacionan la desaparición de Madeleine McCann con la venta de menores en África

Madeleine McCann, la menor que desapareció hace 10 años en Portugal, podría haber sido secuestrada por traficantes de esclavos para su venta a una familia rica en Marruecos, según apunta un diario británico que cita la investigación de un policía retirado que participó en el caso de la menor desaparecida y que se basa en los testimonios de testigos que aseguraron ver a la niña días más tarde de su desaparición.

Ha pasado una década desde que la menor de tres años se desvaneciera sin dejar rastro durante unas vacaciones familiares en Portugal. Los detectives contratados por los McCann sospechaban que la niña había sido secuestrada y transportada en un ferry con rumbo al continente africano.

Las mafias en Mauritania, al oeste de África, son conocidas por secuestrar niños pequeños para familias ricas de Oriente Próximo. El detective y policía retirado, Colin Sutton, ha informado a The Mirror que la línea de investigación sobre las bandas mauritanas es una posibilidad que se necesita volver a indagar. “Es la ruta obvia”, dice.

Los detectives privados creen que la menor fue secuestrada y trasladada a Marruecos, en donde presuntamente se la ha visto en varias ocasiones. Hasta ahora se desconoce si la misma policía había investigado la teoría de las bandas mauritanas, sin embargo, según las hipótesis barajadas entre las que se incluyen las declaraciones

Después de que Madeleine desapareciera en mayo de 2007, un viajero informó a Crimesstoppers, una organización sin ánimo de lucro, que había visto a una niña muy parecida a Madeleine en un ferry que navegaba entre Tarifa y Tánger cuatro días después de su desaparición.

Dos días más tarde, un turista vio a una niña “idéntica” a Madeleine en una gasolinera cerca del hotel Ibis en Marrakech, asegura The Mirror.

El matrimonio formado por Mari Olli y Ray Pollard quienes vivían en España por entonces, aseguraron ver a la niña en la Avenida Abdel Krim Khattabi, en Marrackech, una de las rutas más transitadas por los contrabandistas. Llevaba un pijama azul, parecía triste y preguntaba si iba a ver a su madre pronto, según Olli. La pareja no sabía de la desaparición de la menor, de hecho sólo conectaron ambos sucesos cuando llegaron a casa y se enteraron a través de las noticias. El matrimonio avisó a las autoridades portuguesas y británicas y declararon ante los detectives.

La policía portuguesa hizo públicos sus archivos sobre el caso hasta un año después de la desaparición de Madeleine, pero las autoridades no contactaron en ningún momento con el matrimonio. “No quiero pensar en lo que podría haber hecho, pero aún estoy seguro que la niña del pijama era Madeleine” ha contado Olli.

Madeleine desapareció de Praia da Luz en mayo de 2007, cuando la niña de tres años dormía junto a sus hermanos, también menores, en el apartamento familiar. En aquel momento, sus padres, Gerry y Kate, se encontraban cenando en un restaurante en el mismo recinto hotelero.