Finaliza la epidemia de gripe en España con 839 muertes
Desde el inicio de la temporada, 839 personas han fallecido por gripe confirmada y se han notificado 5.274 casos graves hospitalizados, convirtiéndose en la temporada más letal de los últimos años.
Este año la gripe ha golpeado con fuerza a España. Desde el inicio de la temporada, 839 personas han fallecido por gripe confirmada y se han notificado 5.274 casos graves hospitalizados, convirtiéndose en la temporada más letal de los últimos años. Así lo manifiesta la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III que ha dado por finalizada la epidemia de esta temporada.
De esta forma, esta última semana, la actividad de la gripe ha bajado hasta los 41,3 casos por 100.000 habitantes en nuestro país, excepto en Baleares y Navarra, donde es local, y en Aragón, Castilla y León, País Vasco y La Rioja, donde todavía es epidémica. De hecho, la comunidad riojana es la región más castigada en esta última semana, con 124 casos por 100.000 habitantes, seguida de Castilla y León (110,2), Aragón (67,7), País Vasco (62,6), Cataluña (60,2), Melilla (55,6), País Vasco (55,4), Canarias (48,7) y Ceuta (44,3).
El informe recoge también el pico máximo de esta temporada, registrándose en la tercera semana de enero, cuando se alcanzaron los 290, esto es 4 casos por 100.000 habitantes.
Un 99% más de muertes
Estos fallecimientos representan un 99,2% más que las 421 contabilizadas durante toda la temporada anterior, siendo el 52 % hombres con una media de 82 años.
Además, más de la mitad (53 %) de los pacientes pertenecientes a grupos de riesgo no se habían vacunado, a pesar de estar recomendado.
Importancia de las vacunas
El programa de vacunación en la actual temporada 2017-2018 se estima que ha evitado alrededor de 3.900 hospitalizaciones (más de 1.300 casos graves hospitalizados) y entre 1.000 y 2.500 defunciones en personas mayores en 64 años en España, según la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial.
Ante esta situación, se imponen buenas coberturas de vacunación, que sean capaces de reducir las probabilidades de infección, en especial, en personas con factores de riesgo y personas que les rodean, como lo son el personal sanitario. Y, es fundamental, que la vacuna administrada contenga las cepas que están circulando en la temporada.
Desde la Comisión aseguran que es difícil conocer con exactitud las características del virus que va a circular cada temporada, ya que son muy cambiantes y cada año, de esta forma, la Organización Mundial de la Salud propone la composición de la vacuna, con cepas A y B que son los que causan epidemias en humanos.
Pero la Comisión ha hecho hincapié en que «está demostrado que aunque la vacuna no se ajuste exactamente a los virus que finalmente circulen, puede producirse una ‘protección cruzada’ que hace que la vacuna siga siendo efectiva en la prevención, especialmente de la enfermedad grave».
Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, la efectividad de la vacuna antigripal se ve afectada por el grado de concordancia entre las cepas circulantes y las incluidas en la vacuna y «desde hace cuatro años no ha habido concordancia entre la cepa B circulante y la que contiene la vacuna».
A pesar de eso, los médicos de Atención Primaria han recomendado seguir vacunándose de la gripe, incluso en temporadas como ésta, en la que -dicen- «existe una protección por debajo de lo ideal», ya que la vacuna puede ofrecer «cierta» inmunización contra la enfermedad.
