Empleados de un hospital gallego se encierran por la supresión del paritorio
El Servicio Galego de Saúde defiende la supresión del servicio al haber escasos nacimientos
Trabajadores del Hospital de Verín han iniciado este lunes un cierre indefinido en las instalaciones tras la decisión del Servicio Galego de Saúde (Sergas) de cerrar el paritorio, una protesta que continuará mientras no se reúna con ellos el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez, para buscar una solución, informa Efe. El cierre se produce después de la movilización que tuvo lugar este fin de semana en el Ayuntamiento orensano y que fue secundada por miles de personas para reclamar más personal y que se dote de servicios al hospital.
El Sergas defiende la supresión del servicio al haber escasos nacimientos y, en esta línea, todos los facultativos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (excepto los que están de baja o vacaciones) han firmado un escrito para respaldar la decisión de la dirección. El pasado jueves, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sostuvo que son los servicios de Ginecología y de Pediatría del área sanitaria de Ourense los que han propuesto, «por razones de seguridad», cerrar el paritorio de Verín debido «a la disminución drástica de partos anuales».
En declaraciones a Efe, la presidenta de la comisión delegada del Hospital de Verín, Eva Fernández, ha avanzado que van a seguir encerrados hasta que el conselleiro se reúna con los trabajadores. Son unas 90 personas, entre profesionales sanitarios, embarazadas, niños e integrantes de la plataforma sanitaria, los que permanecen encerrados desde las ocho de la mañana. Los trabajadores cuestionan la medida adoptada por la gerencia de cerrar el paritorio atendiendo a parámetros de seguridad de los bebés, al entender que no es una “decisión técnica” sino política, al tiempo que advierten de posibles riesgos para la salud.
Esta representante de los trabajadores se ha preguntado cómo va a suponer “más calidad” tener que recorrer distancias de hora y media para llegar al hospital de Ourense —especialmente embarazadas—, ya que además han «dejado de tener pediatra», después de que el anterior pediatra se jubilase. También se preguntan sobre quién va a acompañar en el traslado a los menores de hasta tres años a Ourense a partir de ahora, ya que no hay pediatra y el protocolo de derivación establece que “deben ir con pediatra”.
En pleno conflicto por el cierre del paritorio, los trabajadores reclaman la dimisión del gerente del hospital comarcal de la villa, Miguel Abad, y del resto del equipo, coincidiendo con el anuncio de la dirección de suprimir el servicio de partos. Critican que haya estado “desaparecido” hasta hoy coincidiendo con el anuncio del cierre del paritorio y que se ampare en “medidas técnicas” para justificar la supresión del servicio.