Bolsonaro destituye a su ministro de Sanidad, un castigo por su defensa de la cuarentena
El propio ministro, Luiz Henrique Mandetta, lo ha anunciado
El diputado Luiz Henrique Mandetta ha anunciado este jueves que ha sido destituido del cargo de ministro de Sanidad de Brasil por el presidente Jair Bolsonaro, a quien intentó convencer sin éxito de la gravedad de la pandemia de COVID-19.
Este es un castigo por la adopción de las cuarentenas. La destitución de Mandetta, un firme defensor de las cuarentenas adoptadas por muchos gobiernos regionales para impedir el avance del coronavirus[contexto id=»460724″], sigue a un agravamiento de su relación con Bolsonaro, quien ha minimizado los efectos de la pandemia y sostenido que el país «no puede parar», pues el «pueblo precisa trabajar».
«Acabo de oír del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi dimisión del Ministerio de Sanidad. Quiero agradecer la oportunidad que me fue dada», ha escrito Mandetta en su perfil en la red Twitter poco después de una reunión con el mandatario.
Acabo de ouvir do presidente Jair Bolsonaro o aviso da minha demissão do Ministério da Saúde.
Quero agradecer a oportunidade que me foi dada, de ser gerente do nosso SUS, de pôr de pé o projeto de melhoria da saúde dos brasileiros e— Henrique Mandetta (@mandetta) April 16, 2020
La salida de Mandetta ha sido decidida en momentos considerados críticos y con la pandemia de coronavirus en plena expansión en el país, donde hasta ahora se han registrado más de 1.700 fallecidos y y cerca de 30.000 casos y se espera que el pico se alcance en cuestión de unos 30 días.
Mandetta, médico de 55 años, ha ganado una enorme popularidad gracias a la firmeza de sus posiciones frente al coronavirus, cuya gravedad no escondió de los brasileños pese a la crítica constante de Bolsonaro, quien en los últimos días ya ni siquiera le recibía.
En un sondeo difundido la semana pasada por la firma Datafolha, la gestión de la crisis del coronavirus hecha por Mandetta tenía la aprobación del 76 % de los brasileños. Por el contrario, apenas un 33 % de las personas encuestadas dijo apoyar las posiciones de Bolsonaro frente a la crisis.
Según fuentes políticas, el mandatario entró en una suerte de «guerra de egos» con Mandetta, sobre quien llegó a decir en forma pública que el cargo se le había «subido a la cabeza» y que, como ministro de su Gobierno, debía ser «más humilde» y «escuchar más lo que dice el presidente».
También afirmó, en clara referencia a Mandetta, que «algunos» de sus ministros se habían convertido en «estrellas» y que «hablaban hasta por los codos».
Declaraciones de ese tenor tuvieron al ahora exministro contra la pared durante las últimas semanas, pero a pesar a las presiones, Mandetta siempre dijo que no tenía previsto renunciar.
«Un médico nunca abandona a un paciente», declaró el pasado fin de semana, aunque subrayó, como en otras ocasiones, que el cargo de un ministro «le pertenece al presidente», que es quien decide sobre la continuidad o no de sus colaboradores.
Este jueves Bolsonaro ha decidido y se especula que nombrará como nuevo ministro de Salud al oncólogo Nelson Teich, quien ha dedicado toda su vida profesional al sector privado y no tiene experiencia alguna en la gestión pública.