THE OBJECTIVE
Sanidad

Sanidad financia una guía que justifica el uso de drogas durante el sexo

El ‘slamming’ es una práctica en auge que aumenta la duración de las relaciones entre hombres

Sanidad financia una guía que justifica el uso de drogas durante el sexo

Portada de la publicación. | gTt

«El slamming puede ser una experiencia placentera, euforizante y sexualmente estimulante que desinhibe la conducta sexual. Permite mantener sesiones de sexo más largas». Así se presenta una publicación elaborada por el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt), cuyos programas financia el Ministerio de Sanidad. Su objetivo es reducir los daños asociados al uso de drogas inyectables durante el sexo. Esta práctica, denominada slamming, está de moda entre hombres que mantienen relaciones con otros hombres. Aunque los creadores de la guía defienden su utilidad, en redes sociales ha sido muy criticada.

Uno de los primeros en reprobar la publicación fue el diputado de Vox Francisco José Contreras, que escribió en Twitter: «El Ministerio de Sanidad financia folletos que explican a los jóvenes cómo drogarse antes de las sesiones de sexo. Se distribuyen en universidades. El Gobierno de España, promoviendo una juventud sana que formará familias sólidas y nos salvará del suicidio demográfico». Desde gTt sostienen que el mensaje contiene varias inexactitudes.

Esta organización sin ánimo de lucro que trata aspectos relacionados con el VIH desde 1997 publicó la primera guía sobre el slamming en junio de 2018. La publicación que se ha viralizado es una segunda edición que vio la luz en julio. Está dirigida a mayores de 18 años y en sus primeras páginas advierte de que algunas imágenes pueden herir sensibilidades.

Evitar daños

En sus 52 páginas aborda la manera de consumir sustancias por vía inyectada de forma segura y se proporcionan consejos sobre qué instrumentos utilizar, dónde adquirirlos, cómo cuidar las venas para evitar daños y qué hacer en caso de sobredosis. Las drogas a las que se aluden son la metanfetamina (tina), la metadona (mefe), la ketamina (keta), la cocaína, el MDMA, el speed y algunas otras nuevas sustancias conocidas como Research Chemicals, que pueden ser consumidas antes o durante el acto sexual.

«No es cierto que la guía esté destinada a jóvenes ni que se reparta en universidades. Solo se puede encontrar en organizaciones LGTBI, centro penitenciarios y comunidades VIH porque está dirigida a un público muy concreto», señala Miguel Vázquez, del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, con sede en Barcelona. En su opinión, la publicación puede ser útil para todas las personas que vayan a inyectarse, aunque está especialmente pensada para el colectivo LGTBI. Vázquez afirma que su publicación era necesaria porque la práctica del slamming está en auge y «nos parecía que no se estaban abordando los riesgos».

Pasos para inyectarse según explica la guía.

Desde Sanidad afirman que no se trata de una guía propia del organismo, sino un documento del gTt, pero no precisan a THE OBJECTIVE de qué forma participan en ella ni cuánto dinero público destinan. Vázquez, uno de los responsables de la ONG, detalla que el ministerio no financia documentos concretos, sino programas. Lo hace a través de la secretaría del Plan Nacional sobre el Sida y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

La guía, que también cuenta con la colaboración económica del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña y de La Caixa, forma parte del programa Infodrogas-VIH, tal y como se especifica la última página. No obstante, y según reiteran desde la asociación, ninguno de los patrocinadores participa en la elaboración de contenidos ni deciden sobre ellos. Las ayudas del ministerio que recibe el gTt están sujetas a las convocatorias que se realizan anualmente para entidades sin fines de lucro, cuyas partidas están asignadas en los Presupuestos Generales del Estado. La guía de slamming publicada este verano se subvencionó por tanto en 2020. 

Financiación

El portal del Plan Nacional sobre Drogas indica que el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH recibió 13.538 euros para el programa Infodrogas-VIH. Una cuantía en la que está incluido el documento, que ha tenido una tirada de entre 6.000 y 10.000 ejemplares, según datos del gTt. Cuatro años antes, el proyecto recibió 10.000 euros, con los que se financió el primer folleto. «No se trata de incentivar el uso de drogas inyectables, sino dar una utilidad: que quiénes realicen esa práctica lo hagan de forma segura», insiste Vázquez.

«La publicación es parte de un enfoque de reducción de daños. En Grecia, por ejemplo, durante la crisis económica se suprimieron algunos programas y el intercambio de jeringuillas aumentó considerablemente el número de contagiados por hepatitis y VIH», explica el representante del gTt. Vázquez también tiene una explicación sobre el lenguaje amable que usa la guía y que muchos han criticado: «Es obvio que este tipo de prácticas tienen un efecto placentero. No vale de nada negarlo y hablar solo de los perjuicios. De esa manera no atraemos a las personas».

Leyenda sobre la financiación de la guía.

En los últimos años se ha puesto de moda el chemsex, una práctica que consiste en usar drogas con fines sexuales. Dentro de esa práctica se encuentra el citado slamming, concepto que se utiliza cuando esas sustancias son inyectadas. Esta no es la primera vez que organismos públicos editan una información al respecto. El propio gTt ya publicó otra guía hace tres años con materiales muy similares. Entonces gobernaba el PP. También lo han hecho diversas regiones, como Galicia o Extremadura, que disponen en sus webs de materiales relacionados con esta práctica.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D