Aragón retira 15 ambulancias y deja sin servicio a más de 20.000 personas de zonas rurales
Los tiempos de espera aumentarán exponencialmente, sindicatos estiman que una persona podría esperar hasta dos horas hasta ser atendida
Aragón está vacía, vaciada y «abandonada». Así lo creen las diferentes fuentes consultadas por THE OBJECTIVE tras el anuncio de la retirada de 15 ambulancias convencionales –las de un conductor– que prestan servicio en el medio rural de Aragón.
En marzo, como muy tarde, más de 20.000 personas de la zona rural aragonesa, que además también concentra la población más envejecida, se quedarán sin ambulancias para el traslado de pacientes en la Aragón despoblada. Un recorte «salvaje» recogido en el nuevo pliego de condiciones del transporte sanitario y que supondrá que miles de aragoneses tengan que coger un taxi para llegar hasta el hospital más cercano o bien esperar a que una ambulancia de otro municipio esté libre para asistirlos.
«Esta medida es una auténtica vergüenza y supondrá un grave problema a la hora de atender a tiempo a algún herido» cuenta a THE OBJECTIVE Manuel Martín, portavoz de la Formación Sindical de Técnicos en Emergencias Sanitarias (FS-TES).
Martín también asegura que se disparará el tiempo de espera para trasladar a las enfermos a los hospitales más cercanos ya que «el resto de los vehículos tendrán ahora que atender una mayor superficie de territorio». De esta forma, de las 15 ambulancias eliminadas, ocho son de Teruel, por lo que, por ejemplo, entre Teruel y Calamocha o Utrillas no habrá ningún municipio con ambulancia. Y todo esto, en una comunidad donde el índice de envejecimiento es del 115,9%: «Es un auténtico despropósito en detrimento de los propios ciudadanos», hace hincapié.
Las 15 ambulancias que piensa eliminar el Gobierno de Aragón son las de Biescas, Lafortunada y Benabarre en Huesca; las de Maella, Sástago, Herrera de los Navarros y Luna en Zaragoza; y las de Muniesa, Alcorisa, Mas de las Matas, Perales del Alfambra, Orihuela del Tremedal, Cella, Sarrión y Mosqueruela en la provincia de Teruel. De estos municipios, la mitad no superan los 1.000 habitantes y, según cálculos de sindicatos, en ellos vivirían más de 20.000 personas –la mayoría mayores de 65 años–.
Por su parte, desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC.OO. en Aragón apuntan a THE OBJECTIVE que 400 trabajadores se podrían ver afectados si finalmente fulminan a estas 15 ambulancias.
Hora y media de espera
Jesús Zenón Gil es desde hace 11 años el alcalde de Maella, municipio que ha perdido una de estas ambulancias que atendía a todo el Bajo Aragón. Para Zenón, que nos atiende al teléfono, la situación es un «auténtico desastre y desbarajuste», y asegura que los tiempos de espera se incrementarán exponencialmente. Y es que si antes –asegura– esta ambulancia estaba en «cinco minutos» en cualquier zona del Bajo Aragón, ahora habrá que esperar «una hora y media o dos» con las consecuencias que eso conllevará.
«Estoy atado de pies y manos, esto se pasa de la raya y van a reventarlo todo», denuncia crispado, ya que asegura que «cada vez nos quitan más cosas». Recientemente, Maella también ha perdido la línea de autobuses Maella-Zaragoza. «A algunos políticos se les llena la boca hablando de la despoblación, pero cada vez se hace menos», critica.
En la misma línea se pronuncia el alcalde de Muniesa, José Luis Iranzo Morales. «Esto es una canallada», se lamenta a este periódico, asegurando que esto supondrá «un daño enorme para los vecinos».
Y es que la ambulancia de Muniesa asistía a varios municipios de las Cuencas Mineras, como Plou, Blesa o Alcaine; ahora todo este territorio dependerá de una única ambulancia localizada en Utrillas, por lo que los tiempos de espera podrían superar «las dos horas», señala Iranzo, que apunta que en su municipio, además, hay una residencia de ancianos con más de 50 personas donde la ambulancia no ha parado de trabajar ni un solo día durante toda la pandemia.
Con la eliminación de las ambulancias convencionales, «a efectos prácticos se quedaría un vehículo por comarca, la del soporte vital». En el momento en que éste no esté disponible, otro vehículo que debiera ser más cercano paradójicamente quedaría muy alejado de la zona, por lo cual la previsión de los tiempo «no se va a cumplir en ningún momento», alertan.
Así, ambos regidores denuncian que Aragón haya sido la única comunidad de España cuyos presupuestos destinados a Sanidad han sufrido un recorte. De esta forma, el Gobierno de Aragón ha destinado a Sanidad 2.242 millones de euros para 2022, 86 millones de euros menos que en 2021. «Una auténtica vergüenza», define Jesús Zenón.
Una «orden» europea
Por su parte, Sira Repollés, la máxima responsable de Sanidad en la comunidad, ha explicado que estas ambulancias se van a desactivar por una «orden europea, ya que dejan de considerarse transporte sanitario». Así, según DGA esta medida se justifica atendiendo a la «normativa vigente» según la cual las ambulancias convencionales, «no son vehículos acondicionados» para la asistencia sanitaria en ruta.
Sin embargo, según denuncian sindicatos, esta normativa, la 836/2012, ya estaba en vigor en el anterior contrato y no fue obstáculo para mantener estos vehículos.
«Esto es una estupidez», señala Manuel Martín, portavoz de la Formación Sindical de Técnicos en Emergencias Sanitarias (FS-TES), que agrega: «Esto responde a una cuestión puramente económica, ya que han recortado los presupuestos en Sanidad para la Comunidad de Aragón un 4%» «¿Tú te crees que Europa va a estar pendiente de las ambulancias de Aragón?», se pregunta el portavoz de FS-TES a modo de conclusión.