La falta de oncólogos compromete el uso de las máquinas contra el cáncer de Amancio Ortega
Faltan unos 50 especialistas para optimizar el uso de las diez máquinas de protonterapia donadas por el empresario y que funcionarán en 2026
Las diez máquinas de protonterapia que sufragó la Fundación Amancio Ortega no funcionarán hasta 2026, pero hay algo que preocupa a los médicos del sector, y es que estos equipos llegarán y, según las estimaciones de varias sociedades médicas, no habrá oncólogos radioterápicos suficientes para optimizar su uso debido al déficit de médicos especialistas que sufre el sector.
Si bien todo este despliegue tecnológico supone una buena noticia para los pacientes con cáncer y situará a España a la vanguardia europea de la radioterapia oncológica, su llegada reclama una «imperiosa» necesidad de profesionales que «optimicen su uso». Según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), faltarían unos 50 especialistas para cubrir las futuras necesidades asistenciales –cinco por máquina–, teniendo en cuenta que la media de pacientes que son tratados en cada sala de tratamiento de protones en Europa es de aproximadamente 200-250 pacientes por año.
Así lo señala a THE OBJECTIVE el doctor Antonio Gómez Caamaño, presidente de la SEOR. «Estamos preocupados, porque ya vemos venir lo que va a pasar en los próximos años. Esto lo hemos vivido antes». Se refiere a la primera donación que hizo Amancio Ortega en el año 2015 de más de 440 equipos para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer en hospitales públicos de toda España. «Lo que ocurrió en aquel momento es que esto supuso una gran renovación del parque tecnológico. Se hacían tratamientos mucho más precisos, mucho más seguros, pero también en mucho menos tiempo. Las listas de espera se redujeron enormemente, y lo que antes se hacia en ocho semanas, con la llegada de estas máquinas se resolvía en una, pero hubo un desacople de especialistas que no se ajustaba con la demanda. Se necesitaba más gente».
Ahora, con la experiencia de lo vivido, y con la premisa de que las máquinas las hacen las personas, pide a la Administración más plazas MIR y una planificación a medio largo plazo ya que, asegura, el año pasado había unas 40 plazas de oncólogos radioterápicos sin cubrir, en los próximos años se jubilarán unas 90 personas y las necesidades futuras es que faltan unas 260 plazas más. «La fascinación que sentimos por toda novedad tecnológica nos hace olvidar lo relevante, que son todos los profesionales que están detrás de la indicación», hace hincapié el experto, que también hace referencia a las importantes inversiones a través del plan europeo INVEAT que permitirán la renovación del parque de aceleradores lineales con altas prestaciones y, con más ahínco, apremia la necesidad de ampliar la ‘flota’ de especialistas. «Todo tiene que ir acompañado de recursos humanos. Es como si de repente abren en un hospital 100 quirófanos sin médicos. ¿Para qué sirven?».
La respuesta de las Administraciones
La radioterapia es uno de los pilares fundamentales y uno de los tratamientos más eficaces contra el cáncer. Del total de personas que son diagnosticadas de cáncer en España (la estimación del número de nuevos casos para 2023 es de 279.260), aproximadamente el 60% necesita recibir radioterapia en algún momento de su enfermedad. La protonterapia, por su parte, es una modalidad de tratamiento radioterápico que utiliza protones en vez de rayos X o electrones, siendo uno de los campos más prometedores de la radioterapia.
El plan de implantación y puesta en marcha de los equipos es elaborado y corresponde a cada una de las comunidades receptoras de las máquinas. El programa consta de cuatro fases a desplegar en aproximadamente cinco años. Por ello es que a pesar de que estas donaciones se realizaron en 2021, no funcionarán hasta 2026.
THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con cada una de las consejerías de Sanidad de las comunidades que recibirán estos equipos (País Vasco, Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Cataluña y Canarias) para conocer si en este tiempo tienen previsto aumentar el número de oncólogos radioterápicos como aconseja la SEOR. Hasta el momento de publicación del artículo, solo han respondido a nuestra preguntas Andalucía, Madrid y Galicia.
Desde Andalucía, aseguran que la puesta en marcha de la maquinaria de protonterapia no está «en ningún caso» comprometida por esa supuesta falta de profesionales y aseguran que las plantillas de estas especialidades «están bien dimensionadas». Además, aseguran que están trabajando ya en un plan de formación del personal. «Los profesionales que se hagan cargo de las unidades serán profesionales con experiencia y los residentes que terminen su formación serán los que ocupen sus plazas en la radioterapia convencional», agregan.
En Galicia también aseguran que el servicio «está garantizado». «No tenemos ningún problema, ni ahora, ni en los próximos años». Y desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha respondido a nuestro mensaje con un compromiso de «aumentar –el número de especialistas– para cuando comiencen a funcionar». Con respecto al número de oncólogos radioterápicos que prevén contratar aseguran que «dependerá del aparato». «Es bastante complejo el proceso».
300 personas deberán recibir formación
No obstante, en este sentido, el doctor Antonio Gómez Caamaño hace hincapié en la necesidad de contratar a estos profesionales con el tiempo suficiente para que reciban una formación adecuada para el buen uso de la máquina. «Al menos, un núcleo de profesionales debe conocer por presencia in situ el «histórico» de la instalación, con los imprevistos, las modificaciones, las perturbaciones iniciales de instalación y de funcionamiento del equipamiento y servicios, para garantizar la evolución óptima de la misma», manifiesta en un escrito conjunto con la Sociedad Española de Física Médica.
En esto documento, además, ambas sociedades estiman que teniendo en cuenta el número de centros y la formación de
profesionales referentes –enfermeros, médicos, técnicos– que estarán implicados en la selección y seguimiento de pacientes, se estima que más de 250 a 300 personas deberán recibir un nivel u otro de formación e información sobre la protonterapia en España en los próximos años.
El ‘lío’ con una de las máquinas del Hospital de La Paz de Madrid
El 17 de diciembre de 2021 la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentaba en La Paz el primer sistema de radioterapia de precisión molecular guiada por resonancia magnética para tratar tumores (RM-LINAC). ‘El pepino’, como fue apodado, también fue donado por Amancio Ortega y tuvo un costo de nueve millones de euros.
No obstante, recientemente saltaba la polémica: la máquina estuvo parada más de seis meses y solo 14 pacientes han podido utilizarla en un año.
Un ejemplo, en palabras de Gómez Caamaño, de las «nefastas» consecuencias de no disponer de «suficientes recursos humanos» para trabajar con alta tecnología sanitaria. La RM-LINAC es «una máquina altamente exigente debido a su complejidad que no ha podido funcionar adecuadamente debido a la ausencia de dotación de oncólogos radioterápicos. Este problema se traduce en ineficiencias y en un alto costo de oportunidad en términos de pacientes que han dejado de beneficiarse de este tratamiento».
Por su parte, desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid apuntan a este periódico que «ya se han autorizado la contratación de otros cuatros profesionales para este nuevo equipo».
«Es es una pena que recibamos una donación de este tipo y no se puedan atender de forma correcta», concluye el presidente de la SEOR, recordando que en el caso de que este problema no se resuelva «puede comprometer en el futuro el cuidado adecuado de los pacientes con cáncer».