España multiplica por 15 la producción de cannabis medicinal sin haber regulado su uso
En 2021 se notificó una previsión de producción de 600 kilos. El pronóstico para este 2023 es de 9.000 kilos
La producción de cannabis medicinal se ha disparado en España en los últimos años. Si en 2021 se notificó una previsión de producción de 600 kilos, el pronóstico para este 2023 es que finalice el año con 9.000 kilos, multiplicando por 15 la obtención de cannabis para fines de investigación o farmacológicos. En 2022, esta previsión ya se multiplicó por diez con respecto al año anterior, cuando España comunicó 6.000 kilos para satisfacer las necesidades de nuestro país en el campo medicinal.
Son datos extraídos del último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), encargada de vigilar la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de drogas, con previsiones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). De esta forma, en su estudio anual ‘Previsiones de las necesidades mundiales para 2023’, calcula que España produzca unas nueve toneladas de cannabis medicinal, cuando el Ministerio de Sanidad sigue sin emitir el informe necesario para llevar a cabo la regulación del uso médico de la marihuana. En España tanto el uso recreativo como terapéutico de esta sustancia está prohibido desde 1961.
El Congreso aprobó a finales de junio de 2022 el dictamen en el que el Gobierno debe basarse para crear la regulación del cannabis medicinal. El documento salió adelante con el apoyo de PSOE, Podemos, Cs, PdeCAT, y PNV, la abstención de ERC y EH Bildu y los rechazos de PP y Vox. Con este aval empezaba el plazo del que disponía el Ministerio de Sanidad para encontrar «encaje» en la normativa de las recomendaciones parlamentarias.
El plazo establecido para esta tarea se cumplió a finales de diciembre del año pasado y desde entonces el Ministerio de Sanidad ha sufrido un cambio de ministro y unas eleciones generales que han dificultado aún más la aprobación de una normativa. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la Aemps entregó en enero al Ministerio de Sanidad un primer borrador con datos de evidencia científica. En mayo, el ministro de Sanidad, José Miñones –recién llegado al cargo–, se comprometió a presentar una primera versión de ese informe ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados antes de que acabe el mes. Sin embargo, a fecha de hoy, y con un Gobierno en funciones, esto aún no se ha producido.
«Estamos ya fuera de todos los plazos que se han dado y no se sabe qué va a pasar. Pero, desde luego, hasta que no se estabilice el mapa político no vamos a tener una regulación», denuncia a este medio Marta Rodríguez, directora de Cannabisforum, el congreso centrado en el uso medicinal y las aplicaciones biofarmacéuticas de la planta del cannabis, que durante los días 21 y 22 de septiembre ha participado en la IX edición de Farmaforum, en Ifema, Madrid.
22 empresas autorizadas
En este sentido, y a pesar de que el departamento de Miñones aún no ha emitido el informe, Sanidad sí sigue emitiendo licencias a empresas para el cultivo de cannabis. En concreto, según la última actualización hecha por la Aemps, con fecha del 13 de septiembre de 2023, hay 22 empresas en España con autorización para cultivar plantas de cannabis: 17 tienen autorización para cultivar las plantas con fines de investigación y otras cinco pueden hacerlo para la producción y fabricación de cannabis y sus productos con fines médicos y científicos. En 2022 eran 21, y en 2020 solo nueve.
También sigue aumentando las hectáreas empleadas para su cultivo. Si en 2016 la superficie cosechada fue de 0,66 hectáreas, en 2021 la extensión aumentó a 8,86 hectáreas, según la JIFE, que vela por el cumplimiento de la Convención Única de 1961 de Estupefacientes y que anualmente proporciona información sobre las previsiones de las necesidades anuales legítimas de cada país, así como los datos sobre la producción lícita, la fabricación, el comercio y el consumo de drogas en todo el mundo.
No obstante, pese al aumento de licencias, producción y hectáreas, los expertos señalan que el 66% se destina a la exportación y solo un 25% se queda en España para la producción de los dos únicos medicamentos con componentes cannábicos autorizados en nuestro país, Epidiolex y Sativex. El restante sería utilizado para proyectos de investigación que se llevan a cabo con la planta.
«En la nueva lista de la Aemps entran cada vez más compañías, pero si estas no pueden dispensar al Gobierno de España, al final todo lo que preparen e investiguen se va a acabar yendo a Europa y no lo vamos a recibir los pacientes españoles», ya comentaba a principios de años a THE OBJECTIVE Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español del Cannabis Medicinal. Principalmente, España exporta a Alemania y Reino Unido.
Hasta 2010 Estados Unidos eran el único país que notificaba consumo lícito de cannabis para fines médicos y científicos. Sin embargo, desde 2011 son cada vez más los países que han comenzado a utilizar esta sustancia y sus extractos para estos fines. «Ello se debe el aumento en los últimos 20 años de la producción mundial de cannabis, que llegó a 764,3 toneladas en 2021, lo que supone un nuevo aumento respecto de las 650,8 t registradas en 2020», informa el JIFE en el informe, que agrega que «los datos deben tomarse con cautela, ya que los procesos de fabricación del cannabis no están normalizados, por lo que se han solicitado aclaraciones respecto de algunos datos en aras de la coherencia».
Reino Unido es el país que más cannabis medicinal produce del mundo, en 2021 reportó 329,1 toneladas, el 43 % de la producción mundial. Le sigue Italia (150 toneladas, o el 19,7 %), Israel (89,4 toneladas, o el 11,7 %), Colombia (45,3 toneladas, o el 5,9 %), Jamaica (34,9 toneladas, o el 4,6 %) y Dinamarca (32,4 toneladas, o el 4,2 %).