La sanidad madrileña es la primera de Europa en tratar la hidrocefalia con un brazo robótico
Posibilita al neurocirujano trabajar en la misma mesa donde está el paciente, de manera simultánea con el robot
La sanidad pública de la Comunidad de Madrid vuelve a ser pionera en Europa al desarrollar en el Hospital Universitario La Paz una intervención quirúrgica con brazo robótico para tratar la hidrocefalia, una enfermedad que consiste en la acumulación de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro.
Según informó este lunes el Ejecutivo autonómico, la operación, efectuada por el Servicio de Neurocirugía, ha consistido en la implantación de una válvula de derivación ventrículo-peritoneal para drenar el líquido extra desde el cerebro a la cavidad peritoneal (en el abdomen), donde puede ser absorbido.
Anteriormente, la técnica estaba únicamente documentada en Estados Unidos e India. Mínimamente invasiva, con ella es posible prevenir posibles complicaciones graves e infecciones en el paciente, agilizar su recuperación y disminuir reingresos hospitalarios, explicó el Gobierno regional.
El novedoso método posibilita al neurocirujano trabajar en la misma mesa donde está el paciente, de manera simultánea con el robot, “consiguiendo precisiones milimétricas y permitiendo respetar zonas cerebrales elocuentes (por ejemplo, las del área motora) y establecer una localización definitiva en el sistema ventricular”.
Esta primera intervención en el Hospital público La Paz, coincidiendo con su 60º aniversario, se ha realizado con una mujer diagnosticada de hidrocefalia crónica del adulto que le producía afectación a nivel de la marcha y la memoria.
Gracias a este logro, el Servicio de Neurocirugía de La Paz, al igual que el de Traumatología, continúan avanzando en el ‘Proyecto Malposicionamiento Zero’, que trata de reducir, con ayuda de esta tecnología de vanguardia, déficits en los implantes que, según la evidencia científica, presentan elevadas tasas de mal posicionamiento llegando alcanzar el 20% en operaciones de cráneo. El objetivo es alcanzar una precisión del 100%, precisaron desde el Ejecutivo autonómico.
Además, con este tipo de cirugías se abre la puerta a su uso en otros procesos neuroquirúrgicos en los que la exactitud es de vital importancia. Su implantación está ya abriendo nuevos horizontes en áreas como los tumores, la epilepsia o el párkinson.