Los sistemas de información de Sanidad no estaban preparados para la pandemia de covid
El Tribunal de Cuentas asegura que carecían de la «suficiente preparación» para responder a las necesidades que surgieron con la pandemia

Una trabajadora sanitaria totalmente protegida, coloca tubos de ensayo de prueba diagnósticas de la covid-19 en mayo de 2020. | Ricardo Rubio / Europa Press / ContactoPhoto
El Tribunal de Cuentas ha criticado en un informe aprobado este viernes que los sistemas de información del Ministerio de Sanidad no estaban preparados para afrontar una emergencia como la pandemia de la covid-19. Según el organismo fiscalizador, las herramientas digitales del departamento carecían de la «suficiente preparación» para responder a los desafíos sanitarios que estallaron en 2020.
Aunque admite que la situación generada por la pandemia fue de una «magnitud desconocida» y con un «impacto masivo y generalizado», el Tribunal destaca que en los primeros meses de la crisis sanitaria «se puso de manifiesto» la insuficiencia de los sistemas del Ministerio. A pesar de que la posterior Estrategia de Salud Digital de 2021 introdujo «mejoras sustanciales», el informe alerta de que aún quedan retos por resolver.
Entre las principales deficiencias detectadas, se señala que Sanidad «no disponía de herramientas interoperables con otros sistemas de información de la Administración estatal ni con las comunidades autónomas» para tareas esenciales como la vigilancia epidemiológica, la gestión de emergencias sanitarias o el control de la vacunación. La aplicación SIVIES, encargada del seguimiento epidemiológico, «no estaba preparada» para un escenario como el de la covid-19.
El sistema SISAEX, utilizado para la sanidad exterior, estaba «tecnológicamente desfasado» y presentaba «carencias» que obligaron al Ministerio a desarrollar, en un tiempo récord, una nueva herramienta —SPTH— para monitorizar la entrada de viajeros internacionales. Lo mismo ocurrió con los registros de pruebas diagnósticas y vacunas, que se desarrollaron «en un periodo muy corto» y resultaron «muy efectivos», aunque se detectaron «determinadas deficiencias o debilidades».
En ausencia de una plataforma integral, se recurrió a soluciones basadas en «herramientas ofimáticas comerciales» que, si bien comprensibles al inicio de la emergencia, «no aseguraban la continuidad, seguridad, integridad y trazabilidad de la información», añade el documento.
Sobre la vacunación, el informe recuerda que Sanidad no disponía de un sistema para registrar las dosis administradas al comienzo de la pandemia, por lo que se creó REGCAVU. A día de hoy, sin embargo, España sigue sin contar con un registro interoperable y el desarrollo del Sistema de Información de Vacunaciones e Inmunizaciones (SIVAIN) «está pendiente de regulación e implantación efectiva».
El Tribunal admite que la Estrategia de Salud Digital ha supuesto un «avance importante» desde 2021, pero advierte de que «sigue pendiente» una integración completa de los sistemas, lo que «repercute negativamente» en la planificación de los proyectos tecnológicos y en las propuestas normativas.
Recomendaciones al Ministerio de Sanidad
A la vista de las carencias detectadas, el Tribunal de Cuentas ha emitido varias recomendaciones al Ministerio de Sanidad. Entre ellas, la creación de un sistema integrado de gestión de alertas y emergencias sanitarias, así como la modernización de las plataformas de vigilancia epidemiológica y sanidad exterior.
También plantea diseñar una herramienta para monitorizar los recursos del Sistema Nacional de Salud y completar la implantación de un sistema que permita hacer seguimiento de la reserva estratégica de productos sanitarios.
Asimismo, insta a que se asignen «recursos específicos» para reforzar los sistemas centinela de vigilancia de enfermedades respiratorias y se desarrolle un sistema único de información para el seguimiento del VIH/SIDA.
El informe aboga, además, por garantizar la interoperabilidad entre los datos de los centros de vacunación y la Historia Clínica Digital del SNS, y sugiere reforzar los recursos humanos en el área tecnológica del Ministerio para reducir la «dependencia de la contratación externa».