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Sanidad

Las cifras de la vergüenza: las listas de espera para operarse aumentan un 65% en diez años

En 2014, la media de espera era de 87 días, ahora los pacientes deben aguardar 126 días, es decir, cuatro meses

Las cifras de la vergüenza: las listas de espera para operarse aumentan un 65% en diez años

Hospital de Día Quirúrgico de Jerez de la Frontera. | EP

Las listas de espera en la sanidad pública española, tanto para intervenciones quirúrgicas como para consultas con especialistas, presentan un panorama cada vez más preocupante. Los datos oficiales indican que hay casi 850.000 personas en lista de espera para ser operadas, el peor dato desde que hay registros. Además, el tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica no urgente se sitúa en 121 días, nueve días más que en junio de 2023. Si comparamos la situación con hace una década, observamos una escalada significativa y alarmante, ya que las listas de espera para una operación han aumentado un 65% en apenas diez años.

Si en 2014, 511.923 pacientes estaban en lista de espera para una intervención quirúrgica, en diciembre de 2024, el número de personas era 846.583, esto es, 334.660 más (65%). Además, en 2014, la media de espera era de 87 días, ahora los pacientes deben aguardar 126 días, es decir, cuatro meses. Y si en 2014, el porcentaje de pacientes que esperaban más de seis meses para operarse era de un 9,3%, ahora casi se ha triplicado (22,9%). Una situación que se ha convertido en una de las principales preocupaciones tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes.

En cuanto a las especialidades, preocupan los incrementos en neurología, un 76% más de pacientes esperan para ser intervenidos neurológicamente (9.794 en 2014 vs. 17.277 en 2024); cirugía general, con un 58% más de pacientes (95.908 en 2014 vs. 151.713 en 2024), ginecología, con un 48% más de mujeres en espera para ser operadas (21.731 en 2014 vs. 32.348 en 2024), cirugía pediátrica, con un 40% más de niños en lista de espera (13.150 en 2014 vs. 18.265 en 2024), dermatología, con un 41% más de pacientes esperando (15.043 en 2014 vs. 21.356 en 2024) y, sobre todo, en traumatología y en urología, donde la listas de espera se han duplicado en diez años. Si en 2014 había 137.955 pacientes en espera para cirugía ortopédica, en diciembre de 2024 eran 204.140, un 100% más. Aún peor es la situación en la especialidad de urología, y es que si hace diez años 34.722 hombres aguardaban en esta lista de espera, en 2024 eran 74.695, un 115% más.

40 días más para visita con especialista

Los datos no son más alentadores si comparamos las cifras para una primera visita con el especialista en 2014 y en la actualidad. Según los informes del Ministerio de Sanidad, hace una década, 39,43 pacientes por cada mil habitantes estaban en espera para una primera consulta con un médico especialista; en 2024, el número de pacientes pendientes por mil habitantes era de 83,21, más del doble. En cuanto al tiempo medio de espera, en 2014 había que esperar 65 días frente a los 105 actuales.

Si comparamos el porcentaje con fecha asignada de pacientes que esperan más de sesenta días para ser recibidos por un médico especialista, hace una década era del 38,6%, y en diciembre de 2024 del 62,3%. Así las cosas, cerca de cuatro millones aguardan en la actualidad su primera consulta con el especialista. Madrid, Asturias y Andalucía son las que tienen más pacientes en espera, con 121, 108 y 103 personas por mil habitantes, respectivamente. No obstante, son los pacientes de Canarias, Navarra y Andalucía los que más tiempo esperan, con 157 días, 154 días y 150 días, respectivamente.

Ineficiencia de los recursos

Estas preocupantes cifras tienen lugar a pesar del incremento sostenido en el presupuesto destinado a la sanidad pública durante la última década. Esta desconexión entre la inversión y los resultados pone de manifiesto graves deficiencias estructurales en el sistema sanitario, evidenciando la necesidad de reformas profundas y una gestión más eficiente de los recursos disponibles.

A lo largo de estos años, las administraciones han anunciado distintos planes de choque para reducir las listas de espera, algunos con colaboración público-privada, otros centrados en la ampliación de horarios o la contratación de personal adicional. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. En muchas comunidades autónomas, los profesionales denuncian la sobrecarga laboral, la falta de personal especializado y la obsolescencia de los equipos médicos, lo que reduce considerablemente la capacidad resolutiva de los centros hospitalarios.

Además, el envejecimiento progresivo de la población y el aumento de enfermedades crónicas suponen una demanda asistencial creciente. La falta de coordinación entre niveles asistenciales, los cuellos de botella en atención primaria y la escasa digitalización de procesos también contribuyen a empeorar la situación.

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