Los datos que muestran que prohibir los sabores en los vapers no reduce su consumo
Un informe del Ministerio de Sanidad de Dinamarca muestra que los aromas prohibidos siguen siendo los más populares

Una chica vapeando. | EP.
Al Ministerio de Sanidad se le atasca el Real Decreto que regula ciertos aspectos de los productos del tabaco y sus derivados. El pasado 28 de abril, como adelantó THE OBJECTIVE, seis países emitieron un dictamen razonado en el procedimiento TRIS, lo que obliga a extender tres meses más el análisis europeo sobre la norma española que, entre otras medidas, pretende limitar la concentración de nicotina en las bolsas de nicotina a 0,99 miligramos y quiere restringir la presencia de sabores en los cigarrillos electrónicos.
Con respecto a esta última medida, un informe del Ministerio de Sanidad de Dinamarca –que en 2022 implementó la prohibición de los sabores en los vapers– pone de relieve que la prohibición de sabores en el vapeo no es una medida eficaz para reducir su consumo entre los jóvenes, argumento que emplean desde el departamento de Mónica García para intentar implantar esta medida.
En abril de 2022, Dinamarca implementó la prohibición de sabores en los cigarrillos electrónicos (con y sin nicotina), permitiendo únicamente vapear los sabores de tabaco y mentol. Con esta medida, el Gobierno danés buscaba reducir el atractivo de estos productos entre los jóvenes. Dos años después, la encuesta nacional danesa sobre hábitos de consumo de nicotina en 2024 muestra que los sabores más utilizados entre la población de 15 a 79 años son los afrutados (63%), mentolados (32%), dulces (23%) y tabaco (18%).
El informe ‘Hábitos de consumo de tabaco de los daneses 2024’, elaborado por la Autoridad Sanitaria Danesa y consultado por THE OBJECTIVE, se basa en una encuesta realizada a 10.641 daneses de entre 15 y 79 años y su objetivo es medir el consumo de tabaco y productos de nicotina por parte de la población danesa, incluidos los cigarrillos, el tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos. Este informe es realizado anualmente por el Instituto Nacional de Salud Pública de la Universidad del Sur de Dinamarca, por encargo de la Autoridad Sanitaria Danesa, perteneciente al Ministerio de Sanidad danés.
Del análisis de los datos del informe de 2024, respecto al de 2022, se desprende que el uso de cigarrillos electrónicos con sabor afrutado ha aumentado un 10% con respecto a 2022, a pesar de que la comercialización de estos sabores está prohibida en el país. La proporción de consumidores de sabor mentol se ha incrementado un 2% respecto a 2022, cuando se situaba en un 30%; y la de aquellos que optan por el sabor a tabaco ha disminuido en un 8%, respecto a 2022.
Los sabores prohibidos siguen siendo los más populares
Respecto a la prevalencia del vapeo en Dinamarca, el informe indica que el consumo general de cigarrillos electrónicos ha aumentado un 1% respecto a 2022, y entre los jóvenes de 15 a 29 años el incremento ha sido del 5%, alcanzando un 12% de uso actual (diario u ocasional). Además, los sabores prohibidos siguen siendo los más populares. El 63% de los usuarios actuales prefiere el sabor a fruta, y entre los jóvenes esta cifra alcanza el 82%, apenas un punto por debajo de 2022. Le siguen el sabor mentol (32%), caramelo (23%), tabaco (18%) y sin sabor (2%). Además, se observa un aumento significativo del uso de sabores afrutados en adultos de 30 a 59 años (+14%).
En cuanto a las razones para usar cigarrillos electrónicoa, entre los usuarios diarios, la primera razón para usar cigarrillos electrónicos es “fumar menos tabaco” (52%) y la segunda es porque “le gusta el sabor” (43%). Entre los usuarios ocasionales, la razón principal es “les gusta el sabor” (57%, +5% respecto a 2022) y la segunda “fumar menos tabaco” (41%).
Y con respecto al efecto del uso de los cigarrillos electrónicos, el estudio muestra que entre los que usan cigarrillos electrónicos en 2024, un 75% ha dejado de fumar o ha reducido su consumo de cigarrillos (+5% respecto a 2022); un 40% han dejado de fumar (+2% respecto a 2022); un 35% fuma menos cigarrillos (+3% respecto a 2022) y un 22% no ha cambiado su consumo de cigarrillos (-4% respecto a 2022).
El texto de Sanidad, frenado por Bruselas
El pasado 24 de enero, el texto del Real Decreto fue enviado al sistema de notificación TRIS de la Comisión Europea. Durante tres meses, la Comisión y los Estados miembros han examinado el proyecto de Mónica García con el fin de evaluar su compatibilidad con el derecho comunitario. El plazo acabó el pasado 28 de abril, con la presentación de un dictamen razonado por parte seis países que ausan a España de limitar la libre circulación con su norma. Este pronunciamiento obliga a Bruselas a estudiar el asunto a fondo al menos tres meses más, y hasta el 28 de julio, como mínimo, España no podrá aprobar nada.
Este varapalo se une al reciente informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el que advierte al Ministerio de Sanidad de que la norma del tabaco debe aprobarse como ley y no como decreto al afectar directamente al ejercicio de derechos fundamentales. En palabras del propio informe: «La regulación proyectada debería plantearse, en la medida de lo posible, mediante una norma con rango de ley, dada su incidencia sobre la actividad económica y derechos fundamentales».