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Sanidad

Los médicos alertan de la prescripción enfermera: «Nos preocupa la seguridad clínica»

La profesión médica ha analizado el anteproyecto de la ley de los medicamentos y productos sanitarios

Los médicos alertan de la prescripción enfermera: «Nos preocupa la seguridad clínica»

La ministra de Sanidad, Mónica García, y el presidente del Consejo General de Médicos (CGCOM), Tomás Cobo. | EP.

El Ministerio de Sanidad quiere que enfermeras y psicoterapeutas puedan prescribir medicamentos. Así lo recoge el Anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios aprobado por el Consejo de Ministros recientemente. El texto ha recibido en torno a 1.000 alegaciones, entre ellas, las presentadas la Organización Médica Colegial (OMC) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) a la totalidad de la ley como consecuencia a esta preocupación a la que el colectivo médico se opone.

Este jueves, la profesión médica, a través de la Organización Médica Colegial (OMC) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) han analizado el anteproyecto de la ley de los medicamentos y productos sanitarios en un encuentro informativo en el que han coincidido en que la ley «necesita una reforma, sí, pero no a cualquier precio». Aunque reconocen que «las motivaciones pueden ser adecuadas», advierten de que «hay una serie de aspectos claramente mejorables», y que la norma «pone en riesgo la seguridad clínica», ha señalado el Dr. Tomás Cobo, presidente de la OMC. «Es crucial que la atención al paciente sea multidisciplinar, sobre todo con enfermería, que es profesión hermana, pero también es crucial establecer las competencias», agrega Cobo.

El Dr. Pedro Hidalgo, coordinador del Observatorio de la Prescripción de la OMC, ha sido contundente: «Este anteproyecto nos ha puesto a todos los médicos de acuerdo. Comienza confundiendo eficacia y seguridad de los medicamentos. Prescribir no es escribir, ni recetar, ni indicar, ni dispensar… es el acto más difícil del ejercicio médico». En su opinión, el texto «fragmenta la responsabilidad médica, confunde al paciente y crea conflicto entre profesionales».

Para Hidalgo, «la prescripción es jugársela firmando un documento público y hacerse responsable de sus efectos secundarios y de su coste. Para nosotros, es lo sagrado, lo último». Además, lamenta que el texto incurre en una visión simplista del medicamento: «Cuando habla del uso razonado empieza a equivocarse. Los medicamentos son eficaces, pero no seguros. El médico es quien debe decidir si se receta, se retira o se reconduce un tratamiento».

La Dra. Cristina Avendaño, portavoz de FACME, admite que «actualizar la ley es positivo» y valora medidas como el acceso precoz a medicamentos, pero advierte: «El uso racional del medicamento tiene que pivotar bajo el liderazgo del médico. «Esta ley traslada a los pacientes responsabilidades que no les corresponden. El médico debe ser quien decida, no el paciente en una oficina de farmacia», ha dicho la doctora Avendaño, que agrega: «Esto es una medida para resolver unos problemas de otra índole. Están errando el tiro absolutamente. Esta ley introducen medidas que no tienen que ver con el objetivo de la ley, sino resolver otros temas como son la deficiencia de rrhh, como de médicos especialistas».

El anteproyecto, que aún debe superar el trámite parlamentario, no define con claridad qué se entiende por uso racional del medicamento, lo que, según los médicos, deja en manos de cada profesional una carga de responsabilidad ambigua. Para ellos, «el fármaco es como un cuchillo: puede cortar jamón o dar una puñalada. Es un arma terapéutica que debe usarse con criterio científico buscando el mayor beneficio y el menor riesgo posible».

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