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Sanidad

Médicos catalanes buscan extender los ‘vigilantes lingüísticos’ a Valencia y Baleares

El Hospital Clínic de Barcelona y el Josep Trueta de Gerona ya cuentan con esta figura para supervisar el uso del idioma

Médicos catalanes buscan extender los ‘vigilantes lingüísticos’ a Valencia y Baleares

Hospital Universitario Doctor Peset en Valencia. | Europa Press

El think tank de médicos independentistas ‘Salut pel Català’, quienes ya han implantado la controvertida figura de los llamados ‘vigilantes lingüísticos’ en hospitales de Cataluña, planea ahora extender esta figura a centros sanitarios de la Comunidad Valenciana, Baleares y Andorra, además del resto de hospitales catalanes. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE a través de fuentes internas de la propia asociación, este grupo –formado por más de 2.000 facultativos— persigue el objetivo declarado de fomentar y supervisar el uso del catalán en la atención sanitaria, incluso en territorios donde no es lengua oficial predominante o donde su conocimiento no es obligatorio para ejercer la profesión médica.

Actualmente, Salut pel Català ya cuenta con personas desempeñando esta función de ‘coordinadores lingüísticos’ –también conocidos internamente como vigilantes del idioma– en el Hospital Clínic de Barcelona y en el Hospital Universitario Doctor Josep Trueta de Gerona, como adelantó THE OBJECTIVE este viernes. Ahora, según un mensaje interno difundido por la asociación, están reclutando nuevos voluntarios para «coordinar grupos territoriales u hospitalarios» en las tierras de Ponent, Tarragona, el Ebro, Andorra, la Comunidad Valenciana y Mallorca. La estrategia apunta a crear una red estructurada que monitoree el uso del catalán en entornos clínicos, lo que ha generado preocupación en algunos sectores sanitarios y políticos, especialmente en comunidades donde el catalán solo se valora como mérito, pero no es un requisito legal para trabajar en sanidad.

En efecto, en la Comunidad Valenciana, el conocimiento de valenciano se regula como mérito y no como requisito en el ámbito sanitario, de acuerdo con la Orden 2/2020 de la Conselleria de Sanidad. Mientras tanto, en las Islas Baleares, el Decreto-ley 5/2023, promovido por el actual Govern, eliminó la exigencia del catalán como condición de acceso a puestos sanitarios, relegándolo también a un factor meramente valorable, basándose en la necesidad de profesionales que acusa la isla. Recientemente, el Tribunal Constitucional avalaba por unanimidad esta norma tras un recurso presentado por PSOE y Sumar.

A pesar de este marco normativo, Salut pel Català pretende avanzar en su agenda lingüística extendiendo su red de influencia con coordinadores internos que velen por el uso prioritario del catalán en los hospitales, incluso en aquellas comunidades donde la legislación vigente no ampara este tipo de fiscalización lingüística.

Fiscalización lingüística

Esta figura del ‘coordinador lingüístico’ fue aprobada en mayo de 2024 por el anterior Gobierno de Pere Aragonès. Según la normativa, este supervisor deberá gestionar las quejas lingüísticas, sean internas o procedentes de la ciudadanía, respecto a los servicios del centro, y actuar como «referente» del plan de gestión de la lengua. También deberá velar para que los profesionales sanitarios «acrediten el nivel de formación adecuada a las funciones desarrolladas de acuerdo con la normativa en materia lingüística que les sea aplicable».

En Baleares, copiando el concepto de Salut pel Català, surgió en 2024 la iniciativa ‘Sanitaris per la Llengua’, que busca que el catalán se vuelva prioritario en todas las consultas de la isla. Como adelantó THE OBJECTIVE, ‘Sanitaris per la Llengua’ –con el apoyo de la Obra Cultural Balear (OCB)– se define como «un grupo de diferentes profesionales que trabajamos en los centros sanitarios (médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, celadores, administrativos, etc.) que nos hemos juntado para aumentar el uso del catalán en la Sanidad».

Según su opinión, se ha producido un «abandono progresivo» del uso del catalán en el ámbito sanitario. Algo que ha sido propiciado, en parte, por «la incorporación de un número sustancial de profesionales que no conocen el catalán», además de por el «uso restringido» que los sanitarios catalanohablantes hacen del idioma en sus puestos de trabajo. 

Por ello, este grupo de médicos, que se identifican con un pin verde en sus batas con la insignia «Sanitaris per la Llengua. Fes servir la teva llengua» (Sanitarios por la Lengua. Usa tu lengua), plantean: dirigirse en catalán entre colegas sanitarios, «aunque respondan en castellano»; hablar al paciente en español solo si lo pide; emplear el catalán en sesiones clínicas, cursos y reuniones de profesionales; escribir en catalán en la historia clínica de los hospitales y de atención primaria, al igual que en los informes de ingreso, alta o consulta; comunicarse con las instituciones y organismos administrativos en catalán, «incluso cuando respondamos a una comunicación en castellano» y redactar en catalán los certificados que soliciten tanto pacientes como administraciones.

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