Una capilla portuguesa rinde culto al vino con la bendición del obispo
Hasta hace tres años, la capilla estaba en ruinas. Restaurarla para convertirla en un templo de culto al vino fue la tarea que se impuso Francisca Lobão, una diseñadora de interiores apasionada por la enología. Según declarado en el Observador, le sorprendió la falta de interés vitícola por parte de sus allegados. Creó un lugar de adoración al vino, en un país que está entre los mayores productores del mundo. El obispo de Oporto bendijo su idea, ya que Francisca prometió conservar lo que hay dentro de la iglesia.
En Oporto hay una vieja capilla que no rinde culto a ningún Dios, ni religión, sino que dedica su liturgia al vino. El edificio, visto desde el exterior, parece una capilla católica al uso, con cruz en el tejado incluida.
Hasta hace tres años, la capilla estaba en ruinas. Restaurarla para convertirla en un templo de culto al vino fue la tarea que se impuso Francisca Lobão, una diseñadora de interiores apasionada por la enología. Según declarado en el Observador, le sorprendió la falta de interés vitícola por parte de sus allegados. Creó un lugar de adoración al vino, en un país que está entre los mayores productores del mundo. El obispo de Oporto bendijo su idea, ya que Francisca prometió conservar lo que hay dentro de la iglesia.