Las medidas de Suu Kyi para frenar el extremismo religioso
La violencia y la tensión étnica y religiosa en el país han sufrido un gran aumento en los últimos años. Desde que en 2012 tuvieran lugar los enfrentamientos entre budistas y musulmanes rohingya en el estado de Rajine, la violencia entre miembros de estas dos comunidades religiosas ha aumentado en Birmania, un país en el que la mayoría de la población es budista. Desde que tuvieran lugar dichos enfrentamientos, unos 125.000 rohingya se han desplazado de forma interna. Las autoridades han sido criticadas en muchas ocasiones por abogados y activistas defensores de los Derechos Humanos dada la pasividad ante los ataques sufridos por la comunidad musulmana en el país. Por ello, ponen ahora en marcha una serie de medidas contra la organización radical de monjes Ma Ba Tha. El gobierno de Htin Kyaw, que cuenta con la presencia de Suu Kyi, ha desplegado varias unidades especiales de seguridad y ha alertado, además, de que emprenderá acciones legales contra aquellos que inciten a la violencia y el odio. Este anuncio llega después de que el extremismo religioso haya vuelto a sacudir el mundo occidental con el ataque masivo en Niza.
La Nobel de la Paz, Suu Kyi, es ministra de Exteriores, Electricidad y Energía, Educación y Oficina de la Presidencia de Birmania. A pesar de que no pudo tomar posesión del cargo de presidenta -la Constitución prohíbe que los que tengan hijos con pasaporte extranjero sean presidentes-, es una gran líder en su país. Por eso, las medidas que ha presentado contra el extremismo religioso cobran especial relevancia.
La violencia y la tensión étnica y religiosa en el país han sufrido un gran aumento en los últimos años. Desde que en 2012 tuvieran lugar los enfrentamientos entre budistas y musulmanes rohingya en el estado de Rajine, la violencia entre miembros de estas dos comunidades religiosas ha aumentado en Birmania, un país en el que la mayoría de la población es budista. Desde que tuvieran lugar dichos enfrentamientos, unos 125.000 rohingya se han desplazado de forma interna. Las autoridades han sido criticadas en muchas ocasiones por abogados y activistas defensores de los Derechos Humanos dada la pasividad ante los ataques sufridos por la comunidad musulmana en el país. Por ello, ponen ahora en marcha una serie de medidas contra la organización radical de monjes Ma Ba Tha. El gobierno de Htin Kyaw, que cuenta con la presencia de Suu Kyi, ha desplegado varias unidades especiales de seguridad y ha alertado, además, de que emprenderá acciones legales contra aquellos que inciten a la violencia y el odio. Este anuncio llega después de que el extremismo religioso haya vuelto a sacudir el mundo occidental con el ataque masivo en Niza.