Juguetes eróticos para protestar contra la ley que permite llevar armas a clase
Una de las organizadoras de la protesta, Jessica Jin, comenta en el New York Times su opinión sobre la ley que permite a los estudiantes llevar armas de fuego: «Estas leyes no protegen a nadie. El campus no los quiere. Es absurdo. Por lo tanto, pensé, tenemos que luchar lo absurdo con algo absurdo». Durante la manifestación, agentes de la policía observaban el desarrollo de las protestas, más perplejos que alarmados. La ley de Texas contiene una norma que prohibe mostrar juguetes sexuales en público, lo que hacía de la iniciativa un gesto potencialmente ilegal, pero no se llevaron a cabo arrestos y el acto se vivió en un contexto pacífico. Las fotos y vídeos de los estudiantes mostrando enormes vibradores y juguetes eróticos han inundando la prensa, ejemplificando décadas después de los 60, el mítico lema «haz el amor y no la guerra» de forma más que explícita.
Bajo el lema «¡Penes sí, pistolas no!» (en inglés, «Cocks not Glocks»), los estudiantes de la Universidad de Texas, en Austin, han llevado a cabo una inusual manifestación contra la ley que permite llevar armas de fuego en las instalaciones universitarias. Cargados de pancartas y miles de consoladores, los estudiantes han señalado la contradicción y el absurdo que supone permitir llevar pistolas en recintos donde otros objetos, como los juguetes eróticos, sí están prohibidos.
Una de las organizadoras de la protesta, Jessica Jin, comenta en el New York Times su opinión sobre la ley que permite a los estudiantes llevar armas de fuego: «Estas leyes no protegen a nadie. El campus no los quiere. Es absurdo. Por lo tanto, pensé, tenemos que luchar lo absurdo con algo absurdo». Durante la manifestación, agentes de la policía observaban el desarrollo de las protestas, más perplejos que alarmados. La ley de Texas contiene una norma que prohibe mostrar juguetes sexuales en público, lo que hacía de la iniciativa un gesto potencialmente ilegal, pero no se llevaron a cabo arrestos y el acto se vivió en un contexto pacífico. Las fotos y vídeos de los estudiantes mostrando enormes vibradores y juguetes eróticos han inundando la prensa, ejemplificando décadas después de los 60, el mítico lema «haz el amor y no la guerra» de forma más que explícita.