Grupos de Derechos Humanos piden a Pakistán detener la ejecución de un enfermo esquizofrénico
Safia Bano, la esposa de Imdad, tuvo conocimiento el viernes de su ejecución, ahora sus esperanzas de verlo con vida crecen de nuevo, sin embargo, el destino de su marido pende aún de un hilo. Safia asegura que su esposo no ha recibido tratamiento médico desde que está en prisión. «El Estado ha hecho la vista gorda a su enfermedad mental», cuenta. Imdad es uno de los cerca de 8.000 presos condenados a muerte en Pakistán. El país restableció la pena capital en 2015 tras un ataque mortal en una escuela del ejército. Desde entonces, cerca de 400 presos han sido ejecutados.
El Tribunal Supremo del país ha pospuesto para el día 27 la ejecución de Imdad Ali, de 50 años, condenado en 2001 por la muerte de un imán de una mezquita local en Lahore, capital del estado de Punjab. Ali, quien sufre de esquizofrenia, debería haber sido ejecutado en la horca esta mañana, sin embargo, varios grupos de derechos humanos han conseguido detener, al menos, una semana, el ajusticiamiento.
Safia Bano, la esposa de Imdad, tuvo conocimiento el viernes de su ejecución, ahora sus esperanzas de verlo con vida crecen de nuevo, sin embargo, el destino de su marido pende aún de un hilo. Safia asegura que su esposo no ha recibido tratamiento médico desde que está en prisión. «El Estado ha hecho la vista gorda a su enfermedad mental», cuenta. Imdad es uno de los cerca de 8.000 presos condenados a muerte en Pakistán. El país restableció la pena capital en 2015 tras un ataque mortal en una escuela del ejército. Desde entonces, cerca de 400 presos han sido ejecutados.