Un tribunal concede a una mujer con anorexia severa el derecho a morir de hambre
Ella lleva desde los 13 años recibiendo tratamiento para trastornos de la alimentación, depresión y abuso de sustancias. Su desnutrición fue empeorando con el paso del tiempo, hasta que en la actualidad su densidad ósea es comparable a la de una anciana de 92 años. El Estado argumentó que la anorexia no es una enfermedad terminal y que la mujer no estaba en condiciones de tomar decisiones con lucidez. Sin embargo, la declaración de sus médicos dio un vuelco al caso. Todos sugirieron que alimentarla a la fuerza sería «inhumano». El juez dictó su fallo y calificó el testimonio de la mujer como «voluntario, firme y creíble». La anorexia nerviosa tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los trastornos psiquiátricos.
Una mujer con anorexia severa hospitalizada en el centro psiquiátrico de Morristown, en Nueva Jersey, ha conseguido por vía judicial el derecho a rehusar la alimentación forzada y morir de hambre. La joven, que tiene 29 años y pesa menos de 30 kilos, dijo en el tribunal que no quería que le dieran comida ni agua. Sus médicos declararon que era bastante improbable que se recuperara de su enfermedad.
Ella lleva desde los 13 años recibiendo tratamiento para trastornos de la alimentación, depresión y abuso de sustancias. Su desnutrición fue empeorando con el paso del tiempo, hasta que en la actualidad su densidad ósea es comparable a la de una anciana de 92 años. El Estado argumentó que la anorexia no es una enfermedad terminal y que la mujer no estaba en condiciones de tomar decisiones con lucidez. Sin embargo, la declaración de sus médicos dio un vuelco al caso. Todos sugirieron que alimentarla a la fuerza sería «inhumano». El juez dictó su fallo y calificó el testimonio de la mujer como «voluntario, firme y creíble». La anorexia nerviosa tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los trastornos psiquiátricos.