La policía sudafricana disuelve una manifestación contra los inmigrantes
La policía de Pretoria ha dispersado este viernes a unos 500 manifestantes disparando granadas lacrimógenas, pelotas de goma y cañones de agua, cuando se dirigían al Ministerio del Interior para protestar contra los inmigrantes. Los manifestantes habían sido convocados por Mamelodi Concerned Residents, un colectivo de vecinos de un barrio de chabolas de la ciudad sudafricana, que acusa a los extranjeros de quitar el trabajo a los nacionales y de fomentar el narcotráfico en esta zona afectada por elevadas tasas de desempleo.
La policía de Pretoria ha dispersado este viernes a unos 500 manifestantes disparando granadas lacrimógenas, pelotas de goma y cañones de agua, cuando se dirigían al Ministerio del Interior para protestar contra los inmigrantes. Los manifestantes habían sido convocados por Mamelodi Concerned Residents, un colectivo de vecinos de un barrio de chabolas de la ciudad sudafricana, que acusa a los extranjeros de quitar el trabajo a los nacionales y de fomentar el narcotráfico en esta zona afectada por elevadas tasas de desempleo.
Un helicóptero de la policía participó en la operación para contener a los manifestantes en la refriega protagonizada por ciudadanos locales y extranjeros, ambos grupos armados con palos, ladrillos y cuchillos. Esta manifestación se produce tras una oleada de incidentes que ocurrieron a principio de esta semana, cuando turbas violentas atacaron varios edificios y tiendas de las ciudades Pretoria y Johannesburgo y otros municipios de los alrededores, donde habitaban somalíes, pakistaníes, nigerianos y otros inmigrantes.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ha condenado los actos de violencia e intimidación contra los inmigrantes africanos que viven en el país. «Sería un error considerar a todos los inmigrantes como narcotraficantes o traficantes de personas; debemos aislar a quienes cometan estos crímenes y trabajar con el gobierno para que los arresten, sin estereotipar y causar daño a personas inocentes». También ha aclarado en un comunicado que muchos ciudadanos extranjeros que viven en Sudáfrica son respetuosos con la ley y contribuyen a la economía.
Desafortunadamente, los actos de violencia antiinmigrantes en Sudáfrica son habituales. En el 2015 murieron siete personas durante saqueos de comercios de extranjeros en Johannesburgo y Durban. En el 2008, el país africano experimentó el peor brote de violencia xenófoba, cobrándose la vida de 60 personas.