Los gatos usaron a los humanos para conquistar el mundo
Una nueva investigación científica descubre cómo se produjo la propagación de los gatos desde Oriente Próximo al resto del mundo a partir del ADN de esqueletos y momias de gatos de hace 9.000 años. Todo el estudio, desde su concepción hasta su publicación, ha tomado a los científicos unos 10 años, debido en su mayor parte a la dificultad para encontrar restos de gatos que tuvieran la antigüedad suficiente.
Una nueva investigación científica descubre cómo se produjo la propagación de los gatos desde Oriente Próximo al resto del mundo a partir del ADN de esqueletos y momias de gatos de hace 9.000 años. Todo el estudio, desde su concepción hasta su publicación, ha tomado a los científicos unos 10 años, debido en su mayor parte a la dificultad para encontrar restos de gatos que tuvieran la antigüedad suficiente.
«Los restos son escasos», ha comentado Eva-Maria Geigl, experta en paleogenética en el Instituto Jacques Monod y autora del estudio. Como los humanos no comíamos gatos por entonces, sus huesos no terminaron en las pilas de basura como sí que sucedió con los restos de cerdo o de pollo. Geigl y sus colegas, en especial Wim Van Neer, escribieron a museos y colecciones privadas para pedir muestras de felinos que se hubieran encontrado en excavaciones arqueológicas. El equipo consiguió en última instancia los huesos, los dientes, o el pelo de al menos 352 gatos, incluyendo momias de estos mamíferos egipcias pertenecientes al Museo Británico de Londres.
Sin embargo, no se pudo obtener ADN de todas las muestras, pues el clima de Oriente Próximo es extremadamente calurosos y dentro de las tumbas egipcias hay humedad. «Eso es un desastre para el ADN», ha manifestado Geigl. Aun así, el equipo pudo rescatar el ADN de 209 gatos.
El estudio de este gran número de muestras ha sido capaz de retratar de forma detallada cómo estos animales han seguido a los seres humanos a través de las rutas comerciales. Los gatos domésticos, tal como los conocemos hoy, parecen tener su origen en uno de los dos lugares barajados por los científicos. La primera opción se sitúa en Anatolia, que corresponde aproximadamente a la actual Turquía. Estos gatos se extendieron a Europa hace 4400 años a.C. Un segundo linaje domesticado desde Egipto se extendió a través del Mediterráneo un poco más tarde.
En comparación con muchos otros animales, estos felinos han cambiado muy poco en el proceso de domesticación. En cuanto al comportamiento, se han vuelto más tolerantes con los seres humanos. Sin embargo, físicamente tienen el mismo tamaño y forma. «Los gatos han hecho desde siempre y sin ser domesticados lo que necesitamos que hicieran», ha declarado Leslie Lyons, especialista en genética felina en la Universidad de Missouri. En otras palabras, a diferencia de los perros que tuvieron que ser amaestrados para cuidar de los rebaños de ovejas, los gatos no necesitaron a los seres humanos para criarlos como buenos cazadores de ratones y otras plagas.