Una universidad china enviará imágenes de estudiantes ebrios a sus padres
Evitar que los estudiantes beban alcohol es el objetivo de un original programa implementado en la Universidad de Artes de Yunnan, al suroeste de China, por el que se enviarán a los padres fotografías de los alumnos que sean sorprendidos en estado de embriaguez, según ha informado el diario local Shine.
Evitar que los estudiantes beban alcohol es el objetivo de un original programa implementado en la Universidad de Artes de Yunnan, al suroeste de China, por el que se enviarán a los padres fotografías de los alumnos que sean sorprendidos en estado de embriaguez, según ha informado el diario local Shine.
Los padres que reciban las imágenes serán más tarde invitados a la escuela para recibir «ayuda» respecto a «cómo educar a sus hijos«. Según asegura el periódico, lejos de escandalizarse, los estudiantes han mostrado su apoyo a las acciones de la escuela.
«Creo que es algo bueno», ha comentado un estudiante que cuenta que en ocasiones ha visto «estudiantes borrachos hablando en voz alta y caminando torpemente por la noche en el campus» y considera que esto «influye en los demás y es perjudicial para la imagen de la escuela».
La noticia no especifica de dónde se obtendrán las fotografías, pero en China son centenares las cámaras de videovigilancia instaladas en las vías públicas que controlan a los ciudadanos, bajo la premisa de garantizar la seguridad del país.
Esta no es la primera vez que la universidad, que cuenta con una calle de bares cerca, ha intentado llevar a cabo acciones para impedir el consumo de alcohol de los estudiantes: el semestre pasado los maestros de la escuela patrullaron fuera de los locales cercanos al campus con un megáfono en un intento de disuadir a los alumnos de beber y con la intención de que regresaran a sus dormitorios temprano.
El centro probará este método en un contexto en que se replantean los límites entre la seguridad y la privacidad en China, ya que en este país las autoridades recopilan información de los ciudadanos a través de la policía, redes de transporte, alojamientos turísticos, grabaciones de cámaras urbanas, otros departamentos gubernamentales e incluso compañías privadas.
En este sentido, hace unos meses la organización Human Rights Watch (HRW) pidió al Gobierno que dejara de construir plataformas de big data que almacenan información personal de la población, a las que considera «abusivas» por violar el derecho a la privacidad, informa Efe.