Más de 6.000 muertos por el peor brote de sarampión en la República Democrática del Congo

El brote de sarampión de la República Democrática del Congo (RDC) ha causado en un año más de 6.000 víctimas mortales, con los niños como el sector de la población más perjudicado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha pedido más apoyo financiero para combatir la epidemia.

El sarampión es una enfermedad de la infancia –altamente contagiosa y que puede llegar a ser letal– causando importantes complicaciones respiratorias, especialmente en adultos jóvenes. Este brote es el peor de su tipo en el mundo y, desde su comienzo a principios de 2019, ha causado en total unos 310.000 fallecimientos.

La OMS y las autoridades sanitarias congoleñas están embarcadas en una campaña de vacunación, que ya ha alcanzado a más de 18 millones de niños menores de cinco años. Sin embargo, pese a los esfuerzos, la epidemia aún no se ha contenido y en muchas áreas la tasa de inmunización sigue siendo baja.

«El 25% de los casos de sarampión registrados corresponde a niños de más de cinco años de edad, que son los más vulnerables«, señaló la agencia de la ONU en un comunicado emitido este martes.

Por ello, la OMS pide a la comunidad internacional apoyo económico adicional. «Estamos haciendo lo máximo posible para poner esta epidemia bajo control. Pero para ser realmente exitosos necesitamos que ningún niño se enfrente al riesgo innecesario de morir por una enfermedad que es fácilmente prevenible con una vacuna», ha indicado el director regional para África de la OMS, Matshidiso Moeti.

La OMS ha advertido de que la falta de fondos está siendo un «impedimento enorme» para paliar el brote y ha estimado que se necesitan unos 40 millones de dólares adicionales para financiar la asistencia médica y la extensión del plan de vacunación durante los próximos seis meses.

Todas las provincias de la República Democrática del Congo han sido afectadas por este brote, que no solo se ha visto agravado por los bajos niveles de vacunación, sino también por problemas como el difícil acceso a algunas zonas, la mala alimentación en muchos sectores de la población y la débil infraestructura sanitaria congoleña.

Además, las creencias culturales y las prácticas tradicionales de atención médica suelen obstaculizar la vacunación de los niños, y la inseguridad es un grave problema, ya que en la RDC operan decenas de grupos armados que cometen matanzas frecuentemente.

Una de las zonas más afectadas por la inseguridad es el noreste del país, una región que, además, lleva peleando contra un brote de ébola desde agosto de 2018. Ese brote ha dejado hasta la fecha 2.233 muertos, casi un tercio de los que ha provocado el sarampión, si bien el ébola ha recibido mucha más atención internacional y mediática.