¿Quiénes son los 'super-spreaders' y cómo contagian el coronavirus?

No todas las personas son iguales cuando se refiere a la transmisión de enfermedades infecciosas. De hecho, en las últimas dos décadas se ha establecido la regla 20/80, la cual establece que uno de cada cinco personas transmiten infecciones a más gente de lo que lo hace la mayoría. Ser super-spreaders, es decir, formar parte de los individuos que transmiten una infección a un gran número de personas, se está convirtiendo en una característica común entre los pacientes de la mayoría de los brotes infecciosos.

La pregunta es la siguiente: ¿hay super-spreaders del coronavirus[contexto id=»460724″]? Parece que sí. El tercer caso británico, tras los dos diagnosticados en York, ha sido un hombre de 50 años que fue contagiado de coronavirus durante una conferencia en Singapur. Después, se trasladó a Francia, donde pasó un tiempo con su familia en un chalet de esquí en Les Contamines-Montjoie. Cinco de las personas que estaban en el chalet, incluyendo un niño de cinco años, han dado positivo en el test de coronavirus.

Además, otra de las personas que estaba de vacaciones en el chalet de esquí, ingresó en el hospital y le diagnosticaron coronavirus cuando volvió a su ciudad natal, Mallorca. El médico encargado ha testificado que cuatro personas más dieron positivo en Inglaterra –todas ellas habían estado de vacaciones en el chalet de esquí francés–.

Entre los asistentes de la conferencia en Singapur se encontraba un hombre que había estado recientemente en Wuhan, quien podía ser un super-spreader también. Cabe destacar, que muchos de los presentes en la conferencia han sido diagnosticados con coronavirus.

Hay diferentes teorías, no obstante, no hay una respuesta definitiva. Algunos especulan la tendencia de contagio que tienen los super-spreaders guarda relación con el sistema inmunitario. Sin embargo, también es probable que sea causado por múltiples factores, entre los que incluye tener una mayor dosis del virus o ser contagiado por más de un patógeno –agentes infecciosos que pueden provocar enfermedades a su huésped–.

Algo parece cierto: es imposible saber quién será un super-spreader y quién no.

No solamente sucede con el coronavirus, los super-spreader pueden serlo con otras enfermedades también. Estas personas han manifestado su capacidad de contagio desde principios del año 1900, cuando una mujer infectó a 51 personas con fiebre tifoidea, aunque ella no padeciese síntomas de la enfermedad.

Además, dos personas contagiaron a otras 50 de ébola en la República Democrática del Congo en 1995. Más tarde, en el año 2002, varios super-spreaders contagiaron en Singapur a al menos 10 personas cada uno de la epidemia «Sars».

El Gobierno dice que las medidas, que incluyen mantener a la gente en cuarentena o en aislamiento, guardan relación entre varios países y el riesgo en Reino Unido se mantiene «moderado». Sin embargo, el conjunto de casos que  emergieron en Singapur, seguido del chalet de esquí francés y llegando a Reino Unido incrementará la facilidad con la cual cualquier virus pueda viajar por el mundo a través de los super-spreaders.

Existe la preocupación de que cualquier persona pueda ser infectada de coronavirus sin padecer ningún síntoma que está comenzando a alertar a la población.