Merkel prevé que el 70% de los alemanes se infecte de coronavirus
La canciller alemana ha informado a sus ciudadanos de que el coronavirus «no tiene vacuna ni tratamiento»
La canciller alemana Angela Merkel ha confirmado a sus ciudadanos que el coronavirus[contexto id=»460724″] «no tiene vacuna ni tratamiento» en un país que ya es el séptimo más afectado con un millar de casos y tres fallecidos. «Está aquí», ha añadido, señalando que cuentan con información de que el 70% de los alemanes lo padecerá. Por esta razón, ha apelado a la responsabilidad ciudadana para frenar su expansión, un mensaje similar al trasladado por Fernando Simón en nuestro país.
Asimismo, la dirigente conservadora ha mostrado este miércoles su disposición a flexibilizar el respeto del principio de «déficit cero» para poder atajar la «extraordinaria situación» de la epidemia de coronavirus, no saturar el sistema sanitario y mantener en la medida de lo posible la actividad económica. Merkel ha realizado estas declaraciones sobre la disciplina presupuestaria en su país en su primera comparecencia monotemática sobre la epidemia del nuevo coronavirus.
«Haremos lo necesario para superar esta situación», ha señalado la canciller, que ha agregado: «Luego veremos qué significa esto para nuestro presupuesto». La canciller ha matizado que la Comisión de Presupuestos del Bundestag va a aprobar una partida extraordinaria de hasta 1.000 millones de euros para las contingencias derivadas de la epidemia de coronavirus.
Merkel ha explicado además que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea contiene cierta «flexibilidad» para situaciones «extraordinarias» como la actual y que también el freno al endeudamiento incluido en la Constitución alemana prevé excepciones. Las situaciones extraordinarias se confrontan con «medios extraordinarios». Merkel ha añadido que, «por fortuna», Alemania disfruta de una salud fiscal «robusta» y puede afrontar mejor esta crisis.
Frente a la valoración de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, de que la actual situación es comparable con la crisis financiera global de 2008-2009, la canciller ha abogado por la cautela, trabajar en la contención y ver las consecuencias sobre la economía. A su juicio, lo principal es ralentizar la extensión de la epidemia para no saturar al sistema sanitario y mantener la actividad económica «en la medida de lo posible».
Por eso ha pedido a la ciudadanía, sobre lo que hagan las autoridades, «solidaridad» y sentido común», así como «priorizar» en la actividad diaria, renunciando por ejemplo a acudir a actos deportivos o conciertos. A nivel europeo ha animado a acordar «estrechamente» las medidas y evitar las actuaciones en solitario o cerrar fronteras.