Un juez de EEUU prohíbe suspender abortos durante la crisis del coronavirus
Distintos estados habían ordenado posponer los procedimientos médicos no urgentes para garantizar la atención a pacientes de coronavirus
Un juez federal estadounidense ha suspendido la decisión del estado estadounidense de Texas de incluir los abortos en la lista de procedimientos prohibidos que no son de emergencia durante la crisis del coronavirus[contexto id=»460724″]. Decisiones judiciales similares se han adoptado también en dos estados que habían tomado la misma medida, Ohio y Alabama. Con todo, es poco probable que el caso termine aquí, ya que Texas tiene la intención de apelar la decisión, según un portavoz del fiscal general en la prensa local.
«El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dictaminado muy claramente» al reconocer el derecho de las mujeres a abortar mientras el feto no sea viable, ha dicho en su sentencia el juez Lee Yeakel. «Este tribunal no especulará si el Tribunal Supremo ha incluido silenciosamente una cláusula, excepto en estado de emergencia nacional. Solo el Tribunal Supremo puede restringir el alcance de sus fallos«, ha añadido, congelando la decisión de Texas, en espera de un examen sustantivo del expediente. El Tribunal Supremo de Estados Unidos reconoció en 1973 el derecho de todas las estadounidenses al aborto, pero permite a los estados legislar sobre su práctica, lo que genera grandes disparidades según las regiones.
Al igual que otros estados, Texas había ordenado posponer los procedimientos médicos que no fueran de emergencia para garantizar la disponibilidad de camas de hospital para pacientes de coronavirus y equipos de protección para cuidadores. Pero hace una semana, su fiscal general aseguró que esta orden también se aplicaba a los abortos, excepto que peligre la vida de la gestante. Desde entonces, otros cuatro estados, todos conservadores –Ohio, Iowa, Alabama y Oklahoma-, siguieron su ejemplo.
Esas decisiones habían sido criticadas por los defensores del derecho a la interrupción del embarazo, que denuncian una maniobra «ideológica» y recuerdan que los abortos no pueden esperar. Recursos similares fueron presentados el lunes en otros estados.
Ante el riesgo de condenas a penas que pueden llegar a un máximo de 180 días de cárcel y una multa de 1.000 dólares, las clínicas de Texas debieron cerrar sus puertas y denunciaron que un centenar de mujeres que habían previsto abortar la semana pasada no pudieron hacerlo. «Es preocupante e inaceptable que estados hostiles al derecho al aborto exploten la crisis del coronavirus para prohibir estas intervenciones», denunció Nancy Northup, del Centro de Derechos Reproductivos. «El aborto es un servicio médico de urgencia que no puede ser postergado», afirmó Alexis McGrill Johnson, de la asociación Planned Parenthood, que añadió, en tiempos de crisis sanitaria, «la gente sigue manteniendo relaciones sexuales» y tiene «tal vez más necesidad» de la habitual de recurrir a servicios de planificación familiar.