La OMS recuerda que declaró la emergencia internacional el 30 de enero: "Cualquier país podía haber tomado medidas"
Tedros saca pecho y subraya que los países que siguieron sus instrucciones están mejor que los que las ignoraron
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha subrayado este lunes que ese organismo no puede obligar a los Estados a cumplir sus recomendaciones, pero aseguró que los países que lo están haciendo en la actual pandemia[contexto id=»460724″] están logrando mejores resultados. «Los países que han seguido nuestros consejos se encuentran en mejor situación que aquellos que no lo han hecho», ha defendido Tedros en respuesta a las dudas sobre la gestión de la OMS en la pandemia, que han llevado a líderes como el presidente brasileño Jair Bolsonaro a rechazar algunas de sus recomendaciones.
El experto etíope ha indicado que la OMS «brinda la mejor asesoría que puede en base a pruebas científicas, pero cada país puede aceptarla o no, asumen su responsabilidad y no tenemos potestad para que se acaten nuestras recomendaciones». Tedros ha añadido que las orientaciones de la OMS ya empezaron en enero, mes en el que, por ejemplo, la organización declaró el día 30 la emergencia internacional por el avance del virus, «cuando sólo había 82 casos fuera de China, ninguno de ellos en Latinoamérica»: «Cualquier país habría podido activar entonces medidas de salud pública, y creo que esto ya demuestra que se debe escuchar la asesoría prestada por la OMS».
Sobre las medidas de relajación que se están adoptando en algunos países a medida que se reducen los casos en ellos, el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, ha destacado que «hay que estar seguro al hacer estos cálculos, pues si se flexibiliza demasiado pronto podría haber nuevos casos y quizá haya que dictar confinamientos nuevamente»: «No hay una respuesta fácil, pero no debemos descartar que pueda haber un nuevo brote que requiera un nuevo confinamiento«.
Otro asunto a debate es la política de «pasaportes de inmunidad» que están considerando algunos países, y que consistiría en identificar con documentación o métodos similares, a aquellos pacientes que ya han superado la COVID-19, de cara, por ejemplo, a la flexibilización de sus cuarentenas. La OMS ya pidió cautela al respecto en días pasados, y hoy la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la organización, María Van Kerkhove, ha insistido en ello: «Aún no se puede decir que una persona con anticuerpos sea inmune», ha alertado. «Sí esperamos que las personas infectadas con la enfermedad desarrollen cierto grado de protección al superarla, pero aún no sabemos cuán grande será, ni cuánto durará».