El Reino Unido registra 40.597 muertes por COVID-19 tras sumar 55
Otras estadísticas oficiales indican que el número de fallecimientos atribuibles al virus podría superar las 50.000 personas.
El Reino Unido ha registrado 55 nuevas muertes por COVID-19[contexto id=»460724″] en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde que se impuso el confinamiento el pasado 23 de marzo, lo que eleva el total de fallecidos por coronavirus hasta los 40.597, según ha informado este lunes el ministerio de Sanidad. Dos de las cuatro regiones británicas, Escocia e Irlanda del Norte no han registrado nuevas muertes a causa del virus por segunda jornada consecutiva.
El Reino Unido, el país europeo con más decesos por la pandemia, continúa su proceso de desescalada. Si bien ya permite la reapertura de escuelas de primaria y de algunos comercios de bienes no esenciales, desde hoy también impone una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen a su territorio.
La medida ha generado gran descontento en el sector turístico y sobre todo en el de la aviación, lo que ha llevado al grupo IAG (Iberia, British Airways, Vueling, LEVEL y Aer Lingus) y a Ryanair a presentar una demanda para que la Justicia dirima la imposición de una cuarentena que consideran «desproporcionada» e «injusta».
De acuerdo con las cifras del ministerio de Sanidad, el número de casos nuevos de COVID-19 ha sido de 1.205, lo que también supone el dato más bajo desde el inicio del confinamiento.
El 23 de marzo, cuando el Reino Unido impuso un encierro obligatorio que se ha ido levantando a diferentes velocidades según las distintas regiones, se produjeron 74 muertes.
Las autoridades sanitarias han precisado hoy, no obstante, que los lunes suele haber un menor reporte de contagios y decesos, debido al retraso en los registros que se produce durante el fin de semana.
Los datos que difunde el Gobierno británico incluyen solo los decesos por coronavirus confirmados con una prueba diagnóstica en hospitales, residencias y hogares, aunque hay otras estadísticas oficiales que indican que el número de fallecimientos atribuibles al virus podría superar las 50.000 personas.