Las peligrosas travesías atlánticas de la llamada «ruta canaria», que siguen miles de personas para llegar desde África a España, se ha cobrado al menos 357 vidas en los 12 últimos meses, según los datos de la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM). Sin embargo, las cifras ofrecidas por otras organizaciones son bastante superiores, y la propia OIM reconoce que no se puede documentar con exactitud el número de fallecidos.
Por qué te lo contamos: esta ruta atlántica comenzó a reactivarse en agosto de 2019, según revelan los datos del Ministerio del Interior, y a falta de completar la segunda quincena de agosto, las llegadas en los últimos 12 meses rozan las 5.800 personas en 204 pateras, lo que supone que una de cada 16 personas que intentan llegar a Canarias muere en el intento.
Solo la semana pasada, 44 personas murieron cuando intentaban llegar a las islas Canarias desde África: 17 ahogadas, 27 consumidas lentamente por la sed, el hambre y el sol; y otros 63 fueron dadas ya por perdidas tras más de 20 días en el Atlántico a bordo de una lancha neumática.
«Estamos seguros de que estos datos son subestimaciones del número real de muertes y desapariciones. Es muy difícil documentar con exactitud las que ocurren durante las experiencias de tránsito y movilidad de las personas migrantes. Todas las cifras existentes, incluyendo las oficiales, son incompletas», asegura a Efe Marta Sánchez Dionis, del programa Missing Migrants (Migrantes desaparecidos) de la OIM.
La ONG Caminando Fronteras lleva su propias cuentas, casi siempre superiores a las de la OIM. Todavía no ha cerrado las del primer semestre de 2020, pero solo entre enero y marzo pasados registraron 245 muertes en 12 naufragios de la Ruta Canaria. Según su seguimiento, fueron 365 víctimas a lo largo de 2019, 155 más que las del programa de la OIM.