Australia quiere hacer obligatoria la vacuna contra el coronavirus, salvo excepción médica, según ha dicho este miércoles el primer ministro Scott Morrison. Vacunarse «será obligatorio en la medida de lo que puede ser obligatorio», ha dicho el mandatario.
Por qué es importante: el Gobierno australiano estima que para acabar con el virus es necesario que el 95% de la población esté inmunizada. Para adelantarse a los movimientos antivacunas, Morrison ha avisado de la obligatoriedad de vacunarse contra el coronavirus, como ya ocurre con otras vacunas en el país, que son obligatorias antes de empezar la escuela.
«Siempre hay excepciones a la vacuna, por razones médicas, pero debería ser la única», ha declarado Morrison en la radio 3AW de Melbourne, un día después de anunciar que Australia contará una vacuna «prometedora» que está desarrollando el grupo farmacéutico suecobritánico AstraZeneca con la universidad de Oxford, en Reino Unido. Además, explicó que el país la fabricará y la distribuirá gratuitamente a la población.
La vacuna de Oxford es una de las cinco que se encuentran actualmente en la fase 3 de los ensayos. Los científicos estiman que pueden tener resultados de aquí a finales de año. Australia tiene todavía que firmar un acuerdo final con AstraZeneca sobre el precio de la vacuna. Y por el momento, no se ha designado ningún fabricante local.
«Estamos hablando de una pandemia[contexto id=»460724″] que ha destruido la economía mundial y causado cientos de miles de muertes en todo el mundo», ha dicho Morrison. «Tenemos que aportar la respuesta más amplia posible para que Australia recupere la normalidad».
La vacuna contra ciertas enfermedades como la polio o el tétanos es obligatoria antes de empezar la escuela en Australia. Pero hay un gran debate en torno a estos tratamientos, ya que algunos piensan que atentan contra su libertad personal, y muchos grupos antivacunas alimentan las teorías del complot y sobre los supuestos riesgos.