La policía ha detenido a 127 manifestantes en la ciudad estadounidense de Louisville después de que la fiscalía no inculpara por homicidio a ninguno de los policías implicados en la muerte de la afroestadounidense Breonna Taylor. Entre esos detenidos hay un sospechoso por los disparos contra dos agentes, ambos hospitalizados y en situación estable.
En contexto: tres agentes estaban involucrados en la muerte de Taylor. Uno de ellos ha sido inculpado con tres cargos criminales por «conducta peligrosa hacia el prójimo» y se enfrenta hasta a 15 años de cárcel. Los otros dos han sido exculpados. Tras la decisión judicial del miércoles, miles de personas recorrieron las calles de la ciudad para exigir justicia para la enfermera, convertida en un símbolo de las protestas contra la violencia policial y el racismo en Estados Unidos.
Las protestas se han extendido a otras ciudades como Nueva York, Washington y Los Ángeles, pero su epicentro fue Louisville, en Kentucky, la localidad donde Taylor, una joven de 26 años, murió en marzo durante un tiroteo con la policía en su apartamento. Las manifestaciones, pacíficas en un primer momento, acabaron en violencia. Varios participantes se enfrentaron a la policía, que usó granadas aturdidoras para dispersar la protesta. «Hubo un total de 127 arrestos durante la protesta de anoche y de esta madrugada», ha comunicado a la AFP el portavoz de la policía local, Dwight Mitchell.
Taylor murió en la noche del 13 de marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron a su casa con una orden de registro. Después de que el novio de la fallecida abriera fuego contra los agentes, según él tras haberlos confundido con ladrones, éstos dispararon y varias de sus balas impactaron a la joven.
Las autoridades de Louisville se han visto obligadas ha establecer un toque de queda. Gran parte del centro de esa ciudad de 600.000 habitantes está cerrado al tráfico, y varias tiendas protegieron sus vitrinas con tablones ante la posibilidad de nuevos disturbios. «Va a haber más violencia esta noche. La gente está cansada», ha dicho a la AFP Marcus Reede, de 52 años, dueño de un restaurante en Louisville. «Breonna Taylor merece que se haga justicia», afirmaba Decorryn Adams, un afroestadounidense de 17 años en Louisville. «Nada va a cambiar si no nos mantenemos unidos», añadió.
El presidente estadounidense Donald Trump, que ha hecho del lema «ley y orden» uno de los motores de su campaña rumbo a las elecciones del 3 de noviembre, tuiteó que «rezaba» por los policías hospitalizados.
Durante los últimos meses, Estados Unidos ha sido escenario de manifestaciones exacerbadas por varias muertes de ciudadanos negros a manos de la policía, por la polarización política y por la retórica incendiaria del mandatario republicano.