Una maestra china ha sido condenada a muerte por haber envenenado a 25 alumnos de entre tres y seis años de los cuales uno ha fallecido, según ha anunciado la Justicia china.
En contexto: un tribunal de la ciudad de Jiaozuo, en la provincia de Henan ha declarado este martes a la maestra Wang Yun culpable de haber puesto nitrito de sodio en una botella usada por sus alumnos porque quería vengarse de la escuela en la que trabajaba. Los hechos ocurrieron en marzo de 2019. El nitrito de sodio es un producto químico usado sobre todo para la conservación de la carne, pero que en dosis elevadas puede ser muy tóxico.
Todo comenzó cuando los niños empezaron a vomitar y a desmayarse después de desayunar, y por ello se inició una investigación policial después de que el colegio recibiera acusaciones de que la profesora los había envenenado.
Según el tribunal, Wang sabía que el producto era nocivo, pero eso no la hizo titubear y envenenó a los niños «sin preocuparse de las consecuencias». No era la primera vez que la maestra recurría a estas prácticas. En 2017 la mujer intentó envenenar a su marido tras una disputa conyugal. Además el tribunal ha señalado que la Sra. Wang era «despreciable y cruel, y las consecuencias de sus crímenes fueron extremadamente graves, y ella merece ser severamente castigada».
Este suceso no es la primera vez que ocurre en China. En noviembre de 2017 una maestra de un jardín de infancia de Beijing fue sentenciada a 18 meses de prisión por perforar con agujas a cuatro niños de su clase. La Policía afirmo que la maestra, de apellido Liu, estaba usando las agujas para «domesticar» a los niños, según el Global Times.