Alemania ha recibido este miércoles un grupo de 139 refugiados procedentes del incendiado campamento griego de Moria, en la isla de Lesbos, según han informado fuentes del Ministerio del Interior en Berlín.
Por qué es importante: el Gobierno alemán se comprometió a recibir a 400 refugiados de Moria, campamento donde se estima que había unas 1.300 personas en el momento de desatarse el incendio que lo devastó. En total, Alemania tiene previsto recibir en los próximos meses 1.553 refugiados -entre menores no acompañados o niños en condiciones de especial vulnerabilidad que viajarán con sus familiares-, según el ministro del Interior, Horst Seehofer. El número final podría situarse en los 2.200, por razones de reagrupamiento familiar.
Un avión ha trasladado al grupo, que incluye a 51 menores no acompañados y 17 niños enfermos que viajan con su núcleo familiar directo, y ha aterrizado este miércoles en Hannover, capital de Baja Sajonia, uno de los estados federados que se mostraron dispuestos a acogerlos. La reubicación de estas 139 personas recién aterrizadas discurre en paralelo a la llegada de otros 243 menores enfermos que Alemania se comprometió a acoger el pasado marzo, en el marco del programa acordado con otros países miembros de la Unión Europea.
El gobierno de Berlín ha insistido en la necesidad de buscar una «solución europea» o reparto equitativo para la reubicación de los refugiados concentrados en Grecia entre los socios de la UE. Sin embargo, y a la espera de que llegue a materializarse un acuerdo a escala del bloque comunitario, Alemania y otros socios europeos han empezado a trasladar al país a esos grupos por razones humanitarias y ante la situación en que se encuentran.
Si bien varios estados federados -los llamados Länder– y municipios del país se han mostrado dispuestos a recibir un número mayor de personas que las previstas por Interior, Seehofer ha rechazado esta posibilidad y ha instado a esperar a la fórmula de la solución europea.