Derek Chauvin, el expolicía de Mineápolis acusado del asesinato por asfixia del afroamericano George Floyd, ha salido este miércoles de prisión en libertad bajo fianza de un millón de dólares. Se espera que comparezca ante los tribunales el próximo marzo, según medios locales.
En contexto: la muerte de Floyd a manos del Chauvin, que le asfixió arrodillándose en su cuello durante casi nueve minutos, fue la chispa que reavivó el movimiento Black Lives Matter. El pasado mayo, las protestas contra el racismo y la brutalidad policial comenzaron en Mineápolis (Minesotta), se extenderon por Estados Unidos y, más tarde, por ciudades de todo el mundo.
Chauvin fue arrestado cuatro días después del asesinato y lleva detenido desde entonces en una prisión de alta seguridad de Minesota. Sus tres excolegas acusados de complicidad en el asesinato fueron liberados bajo fianza hace semanas. Los cuatro serán juzgado el próximo marzo.
Los cuatro hombres pidieron que se retiraran los cargos en su contra, alegando que habían usado una fuerza razonable frente a un hombre que luchaba. El abogado de Chauvin defendió que George Floyd «está, probablemente, muerto por una sobredosis de fentanilo», según las actas judiciales. Tal argumento provocó la ira de la familia Floyd.