La familia de la niña de 12 años que dio a luz a su bebé el pasado domingo en Cantabria ya ha comunicado que abrirá el proceso necesario para renunciar al recién nacido, una situación que ha requerido de la intervención de los servicios sociales.
En contexto: aparentemente, el parto llegó por sorpresa y los padres han asegurado desconocer que su hija estaba embarazada. Fue cuando la niña rompió aguas cuando la familia optó por llamar a emergencias para que un equipo de sanitarios atendiera el parto en el domicilio.
Los sanitarios de la ambulancia que se desplazó hasta allí tras el aviso asistieron el nacimiento hasta que se incorporó un equipo médico de Soporte Vital Avanzado, que cortó el cordón umbilical y trasladó a madre e hijo al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. El recién nacido se encuentra ingresado en este centro desde entonces, pero la joven de 12 años ya ha recibido el alta.
Y es que, a pesar de haber sido un embarazo de alto riesgo tanto para la madre como para el pequeño, ambos parecen encontrarse bien apenas dos días después. Eso sí, al tratarse de una menor de edad, la identidad de la joven y su localidad de origen no han sido reveladas para garantizar su protección.
La pequeña de 12 años se quedó embarazada antes del confinamiento y su familia, que confirma que renunciará al bebé, insiste en que desconocen quién es el padre. Sin embargo, según informa El País, el progenitor podría ser un menor que 17 años que residía con la niña y que pertenece al entorno familiar.
La menor, ahora madre primeriza, se encontraba tutelada por su madre y figuraba en el sistema de protección de menores del Gobierno cántabro. Fiscalía ha iniciado una investigación para indagar en lo sucedido y los servicios sociales han activado los protocolos pertinentes para proteger a los menores.