El Gobierno italiano ha aprobado nuevas restricciones contra el coronavirus que incluyen un confinamiento casi total en todo el país la mayor parte del periodo de las fiestas navideñas, según anunció el viernes por la noche el primer ministro, Giuseppe Conte.
Lo más importante: los días 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre, y el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero habrá un confinamiento parecido al de la pasada primavera, es decir, quedan prohibidos los desplazamientos entre regiones y solo se podrá salir de casa por comprobadas necesidades de trabajo, de necesidad o de salud.
En total serán 10 días de «zona roja», es decir, cierre casi total, y cuatro de «zona naranja», con medidas algo menos estrictas.
Además del confinamiento, las actividades comerciales minoristas están cerradas, excepto alimentación, farmacias, parafarmacias, quioscos de prensa y estancos, además de bares, restaurantes, heladerías, pastelerías y pubs, que solo podrán entregar a domicilio y, hasta las 22:00 horas, para llevar.
Se permitirá la realización de actividad física individual en las inmediaciones del domicilio, respetando la distancia de al menos un metro y con la obligación de utilizar equipo de protección.
En los días «naranjas» (solo el 28, 29 y 30 de diciembre y el 4 de enero), la diferencia es que estarán abiertas las tiendas y se podrá circular en el interior del propio municipio, y los bares y restaurantes seguirán cerrados aunque podrán entregar a domicilio.
No obstante, para todo el período de Navidad, habrá una excepción a estas reglas: en los días de cierres se permitirán las visitas familiares, pero solo si se desplazan máximo dos personas, además de hijos menores de 14 años, que no se contabilizan. «Es una medida pensada para permitir un mínimo de sociabilidad propio de este periodo», justifica el primer ministro.
Además, el toque de queda se mantiene fijado a las 22:00 horas en todo el territorio nacional.
El Gobierno ha impuesto estas restricciones para evitar una tercera oleada en enero pero también para tratar de doblegar una curva epidemiológica que baja menos de lo esperado cuando se aprobó el último decreto con limitaciones el pasado 3 de diciembre.