El Gobierno neerlandés dimite en bloque tras el escándalo de las ayudas familiares

El Gobierno neerlandés ha presentado este viernes su dimisión en bloque por la polémica provocada por las ilegalidades administrativas en la asignación de las ayudas a familias con hijos, que ha afectado principalmente a padres de origen migratorio y ha llevado a muchos a endeudarse para devolver a la agencia tributaria lo recibido durante años, según informan los medios locales y confirma la televisión holandesa NOS.

En contexto: aproximadamente desde 2014, unos 26.000 padres han sido víctimas de un sistema de vigilancia de ayudas que, en busca de posibles fraudes, incurrió en discriminación al investigarles sobre todo en función de su origen, ya que la mayoría son de ascendencia turca o marroquí.

Las disculpas ofrecidas por el Ejecutivo y los rigores de la pandemia no parecen haber impedido la caída del Gobierno. Al fin y al cabo se ha comprobado que los padres de estas familias llegaron a endeudarse y a perder, incluso, la casa y el empleo; a lo cual hay que sumar ese estigma que tuvieron que soportar al ser señalados por un delito que no habían cometido.

Finalmente, y a tan solo dos meses de las elecciones legislativas, el gabinete dirigido por el liberal Mark Rutte ha asumido la responsabilidad política por lo ocurrido. Los hechos han sido considerados por la prensa el mayor escándalo político y administrativo de las legislaturas de Rutte, al frente de sucesivos gobiernos desde 2010.

El Ejecutivo permanecerá como gobierno interino hasta los comicios del 17 de marzo, lo que le permitirá seguir gestionando la pandemia[contexto id=»460724″] y aplicando las restricciones necesarias como parte del actual confinamiento, que mantiene cerrada toda la actividad no esencial hasta al menos el 9 de febrero.