Los equipos de auxilio lograron rescatar este domingo a once de los 22 mineros atrapados desde el pasado día 10 de enero en una mina de oro en construcción en China, según ha informado la prensa local.
En contexto: los mineros quedaron atrapados hace ahora dos semanas tras una explosión registrada en este complejo, de los que 10 se mantienen con vida y comunicándose con los rescatadores. Los supervivientes están a una profundidad de 600 metros.
Los equipos sacaron al primero de los mineros, que se encuentra «extremadamente débil», según la agencia estatal Xinhua. El diario Global Times añadió horas después que los equipos lograron sacar a siete mineros en total, y que otros cuatro podrían ser rescatados hoy.
Los equipos de rescate señalaron el pasado viernes que podrían tardar más de dos semanas en rescatar a los mineros, el tiempo que necesitarán para perforar un pozo por el cual extraer a los supervivientes. Según la prensa oficial, ya se ha llegado a unos 18 metros en las tareas de perforación. No obstante, los expertos creen que a una profundidad de entre 350 y 446 metros en el pozo hay «un bloqueo».
Las autoridades han hecho llegar teléfonos, mantas y comida equivalente a 2.200 kilocalorías al día a través de varios conductos y, aunque el estado de ocho de ellos ha mejorado, los otros dos manifiestan malestar físico. El resto continúa desaparecido.
La dificultad de las tareas de rescate también se debe a que los encargados de la mina no informaron a las autoridades hasta 30 horas después de producirse, algo que ha supuesto la detención de varias personas, la destitución de los dos máximos responsables políticos de la zona y la apertura de una investigación oficial al respecto.
Las explotaciones mineras chinas, especialmente las de carbón –principal fuente de energía del país–, registran una alta siniestralidad, aunque en los últimos años el número de accidentes mortales se ha reducido significativamente.