La OMS descarta que el virus se desarrollase en un laboratorio, pero otras teorías «podrían tener sentido»
La Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa estudiando sobre el terreno, en Wuhan, el origen del coronavirus[contexto id=»460724″]. Este jueves, el jefe del equipo de la organización ha afirmado que es «poco creíble» que el virus haya salido de un laboratorio. Aunque de momento hay muy pocos detalles de sus averiguaciones, el equipo ha investigado el mercado de Huanan, donde se propagó el virus, así como los hospitales donde estuvieron las primeras personas que lo padecieron.
Lo más importante: el equipo llegó a Wuhan en enero, y tiene previsto concluir su misión la próxima semana. Este miércoles visitó el Instituto de Virología de Wuhan desde donde, según algunas acusaciones (a las que se sumó el propio expresidente estadounidense Donald Trump), habría salido el virus, accidentalmente o no. Mike Pompeo, ex jefe de la diplomacia estadounidense, volvió a sugerir el mes pasado que este instituto estaba implicado, aunque hasta ahora no se han encontrado pruebas que apoyen esta hipótesis.
Otra de las cuestiones que se están preguntando los expertos es qué pasó en el mercado de Huanan: algunas personas se contagiaron antes de que el virus estallase en este popular espacio, que funcionó como un instrumento amplificador.
«Si empezamos a seguir y perseguir fantasmas aquí y allá, nunca llegaremos a ninguna parte», ha afirmado desde Pekín a AFP Ben Embarek, miembro de la investigación. «No obtendremos respuestas completas sobre el origen del virus, pero será un buen primer paso», aseguró.
El foco ha estado sobre el Instituto de Virología de Wuhan, que cuenta desde 2012 con un laboratorio de alta seguridad P4 para patógenos muy peligrosos, que puede albergar cepas de virus como el del Ébola y que la OMS ha podido visitar. La visita al Instituto fue, para los expertos, «un paso importante [para] entender de dónde vienen estas historias», según Embarek, que ha asegurado que es necesario atenerse a datos científicos. Además, ha expresado la necesidad de ser capaces de identificar por qué algunas de estas teorías son «totalmente irracionales» y otras «podrían tener sentido».
Shi Zhengli, científica de este Instituto conocida como «mujer murciélago» por sus años de estudio de estos animales, aisló en 2013 una cepa de coronavirus en un murciélago de herradura de la provincia de Yunnan, en el sur de China. Ahora, la OMS trata de discernir la potencial transmisión animal del virus. En cuanto a la colaboración, Embarek ha reconocido que los científicos chinos se han comunicado con el equipo de la OMS con franqueza. Según el zoólogo británico Peter Daszak, China está compartiendo datos «que nadie ha visto antes».
En este sentido, los expertos han visitado el hospital de Xinhua, donde una doctora alertó en diciembre de 2019 de que dos pacientes sufrían «neumonía con síntomas extraños».
La gran mayoría de la comunidad científica internacional coincide en que lo más probable es que el virus llegase al ser humano desde la naturaleza, a través de algún animal como «huésped intermedio».